Santiago de Cuba, 14 oct (ACN) Los innovadores de la refinería de petróleo Hermanos Díaz, de esta ciudad, con sus soluciones e inventivas impiden la paralización de equipos fundamentales en esa industria, como lo son las bombas centrífugas encargadas del movimiento de los productos en los diferentes procesos.
En el momento de iniciar sus operaciones ocurrían constantes fallos a causa de los sellos mecánicos, por la falta de piezas de repuesto para estos últimos, detalló a la Agencia Cubana de Noticias el ingeniero Rafael Rubino del Río, especialista en mantenimiento industrial y representante de la Asociación Nacional de Innovadores y Racionalizadores (ANIR) en el centro.
Por ello fue necesario reemplazar los sellos requeridos, costosos en el mercado internacional, por otros de diferente tecnología, lo que conllevó a una necesaria adaptación, explicó.
De acuerdo con el experto, los innovadores de la refinería también han trabajado en la recuperación de bombas centrífugas de pozo en el área de los separadores, la cual impide que derivados del petróleo pasen a las aguas de la bahía cuando ocurre algún derrame.
Añadió que se aprecia la labor de los aniristas (como se conoce a los miembros de la ANIR), además en los compresores, intercambiadores, ventiladores y otros equipos con un alto grado de obsolescencia.
Gracias a ese ingenio, en el laboratorio de ensayos de combustibles, encargado de certificar la calidad del petróleo crudo y sus derivados para la producción y comercialización con los parámetros establecidos, se mantienen funcionando equipos que cumplen con rigor esa tarea, como son las dos máquinas de octano marca Waukesha, que datan de 1957.
Rubino del Río, quien comenzó en esa industria con 17 años de edad, como ayudante de mecánico, y llegó a titularse de ingeniero mecánico con esfuerzo y dedicación, aseguró que en la refinería hay 226 aniristas puestos en función de solucionar cualquier problema, dado el sentido de pertenencia con la planta.
En el presente año duplicaron la entrega a la ANIR de la cuota del dos por ciento del efecto económico de las innovaciones y también sobrecumplieron el aporte del 30 por ciento destinado a la estimulación.
Durante todo octubre se celebra la jornada de homenaje a los innovadores, quienes de forma anónima en diferentes puestos impiden la paralización de una máquina o servicio, como sucede a diario en la refinería santiaguera.
Por Marlene Montoya Maza | Fotos: Miguel Rubiera Jústiz