
Al conmemorarse el 99 aniversario del natalicio de Fidel Castro Ruz el próximo 13 de agosto, Manzanillo no solo evoca su memoria, sino que reafirma el vínculo indisoluble entre el Comandante y esta ciudad, cimentado en obras transformadoras, discursos y una historia compartida de lucha y lealtad.
Tras el triunfo revolucionario, visitó esta urbe costera para reunirse con los pescadores en el local del sindicato, ubicado en ese entonces en la calle Cocal. Allí, escuchó sus necesidades y con un cheque inicial de 200,000 pesos ordenó la construcción de la Ciudad Pesquera, inaugurada el 10 de octubre de 1961.
Esta obra, pionera de la Revolución, dotó de 509 viviendas, un astillero, una ferretería, escuelas y servicios de salud a familias que vivían en condiciones precarias en los cayos del Golfo Guacanayabo .
Su visión abarcó además los sectores de la educación, industria y salud. Hoy son ejemplos, la Escuela Primaria Manuel Ascunce Domenech fundada para hijos de pescadores, la Empresa Pesquera Industrial de Granma (EPIGRAN) que nació de la cooperativa pesquera, generando empleo y desarrollo económico. Así como la Fábrica de Tubos para fortalecer la infraestructura industrial local, y el Hospital Provincial Clínico Quirúrgico y Docente Celia Sánchez Manduley.
Fidel destacó también por su elocuencia y profundas intervenciones, y en Manzanillo habló con la fuerza de quien veía en su pueblo el alma de la Revolución. Así lo demostró en febrero de 1959 durante una visita temprana, donde enfatizó la urgencia de alfabetizar y construir escuelas.
«(…) con la Revolución, Cuba entera debe estar orgullosa de Manzanillo, porque de Manzanillo salieron las primeras ayudas para la Sierra Maestra, las primeras hamacas, las primeras botas, los primeros uniformes, las primeras medicinas, los primeros dineros, los primeros voluntarios…Yo siento un gran placer cada vez que puedo darme un abrazo con este pueblo de Manzanillo”.
A solo días de conmemorarse un nuevo aniversario de su natalicio, recordamos como convirtió promesas en realidades, defendió los derechos de todos e inspiró la identidad revolucionaria que hoy nos define ante el mundo. Sus acciones en esta ciudad reforzaron el orgullo de ser manzanilleros, herederos de una tradición rebelde que data de las luchas independentistas .
Fidel, Manzanillo no te olvida, tu nombre sigue escrito en sus calles, en el mar y en el corazón de quienes, gracias a ti, aprendieron que la dignidad no se negocia.