Una fiesta de barrio es la celebración de los Comités de Defensa de la Revolución (CDR) en la víspera de cada 28 de septiembre, a la espera del día que en 1960 se creara la mayor organización del pueblo cubano por el Comandante en Jefe Fidel Castro.
Los vecinos del CDR nueve, de la zona 28 circunscripción cinco, sito en calle Batería entre Santa Teresa y Libertad, la convierten en motivo para la alegría y la ratificación de que los ciudadanos son la principal fuerza de la sociedad cubana actual.
“Celebramos todos los días 27 de septiembre, porque nos sentimos cederistas y contentos de cumplir 58 años de esta organización de masa; de forma campechana, no solamente con la tradicional caldosa, sino con el típico cerdo asado en púa que identifica nuestras tradiciones culinarias”, dice Ricardo Enrique Estrada Ávila, presidente del CDR
“Esta es la concreción de un trabajo de todos los días, cotidiano, donde los 36 vecinos incluso los niños somos una gran familia, unida, que compartimos la vida y las tareas cederistas, por lo que somos Vanguardia provincial y nacional”, refiere el también coordinador de la mencionada zona con más de 400 integrantes en 11 CDR, que ostentan la misma condición por marchar entre los primeros en el cumplimiento.
Al aroma y el humo que provocan el sudor graso del cerdo sobre las brasas del carbón, se suman la música, las sonrisas, los comentarios, las travesuras de los niños que también forman parte del festejo.
La joven Lidianis Rodríguez Alayón, de 16 años, ocupa la responsabilidad de activista allí, “junto a las personas que he visto de que nací, con los que me he criado y compartido desde niña, por eso sentí la motivación de ser, desde el entusiasmo propio de la juventud, protagonista de estas iniciativas que realzan el valor de la organización”.
Por su parte, Felipe Aguilar, jubilado del sector de educación, valora que “toda una vida la llevo dentro de los CDR, desde los 14 años y ya cumplí 64, como dirigente y como uno más, desarrollando acciones que necesita la Revolución, y para ella todo, en tanto somos la organización más numerosa, que aglutina a trabajadores, amas de casa, estudiantes, jóvenes, ancianos; donde se concretan todas las actividades, el bastión de nuestra Revolución”.
Con adornos de los hogares y de la cuadra; a la vanguardia en el festejo y en la cotización, en los trabajos voluntarios, la participación activa y entusiasta en los desfiles del Primero de Mayo y en jornadas como el Día de la Mujer, sus hombres y mujeres, en la vigilancia, denotan la fuerza que tiene el barrio aglutinado en los CDR.
Hoy, cuando culminan las sesiones del IX Congreso, vecinos destacados como Felipe consideran que “de este cónclave se proyecta, claro está, mantener la vigencia de la Revolución, las ideas, los principios del mayor cederista que nosotros tenemos, Fidel; quien está presente en las ideas que viven entre nosotros, sus seguidores, y en los jóvenes que nos continúan, pues es una cadena que vamos a ir eslabonando de forma tal que existan logros permanentes”.
La defensa del decoro y la dignidad es faena que les ocupa, coinciden estos pobladores del Reparto Gutiérrez, quienes transformaron las horas nocturnas en la víspera del 28 de septiembre en punto final de una etapa y de partida para seguir haciendo por la obra revolucionaria.
Tal como expresa Marcos Manuel Guerra Ortiz, profesor de Educación Física de la secundaria básica Carlos Coello, integrante del CDR nueve hace más de 15 años: “cada iniciativa es la muestra de que con voluntad se pueden hacer miles de cosas, y genera la certeza que nosotros como cederistas vamos a estar apoyando nuestra Constitución, todos los programas de la Revolución, a nuestro presidente, porque son para mejorar nosotros, para el bienestar del país”.
“Nos mantendremos unidos, alegres, con la Vanguardia en alto”, dijo, y se incorporó a la también voluntaria faena de dar vueltas a la púa para que “quede bien asado el puerco que acompaña a la caldosa de esta fiesta de pueblo”.