Fortalezas de educación

Desde los inicios de la Revolución cubana, tuvo entre sus estatutos de dirección la educación al pueblo, sin importar clase o posición social, Fidel Castro líder, líder histórico de esta sistema social, tenía entre sus premisas lograr que toda la población cubana fuera alfabetizada.
Inmediatamente, ya en el poder, decide trasformar los cuarteles que existían a lo largo del territorio nacional en centros educacionales, siguiendo lo planteado en el programa del Moncada. De esta forma comienza un amplio proyecto que ha trascendido hasta nuestros días, a más de 60 años.
En nuestra ciudad, como en la mayoría del país, el cuartel general de la dictadura norteamericana fue convertido en un centro escolar por el que varias generaciones de manzanilleros han recibido educación gratuita logrando titularse; por varios momentos ha transitado esta institución que cambio el horror y las masacres contra los revolucionarios por enseñanzas y educación para todo el pueblo.
Mislaydis León López, es profesora de Cultura Política en este centro, es una apasionada por la historia, fiel seguidora de los héroes y mártires que defendieron al precio de su vida esta causa en beneficio de todos; en sus palabras llenas de sentimientos, transmite parte de los sucesos de aquel momento.

Mislaydis León López./Foto Lilian Salvat Romero


“Luego del triunfo de la Revolución, una de la medidas adoptadas por nuestro Comandante en Jefe, fue convertir todos los cuarteles del país en escuelas. El 14 de septiembre de 1959 se iniciaba el primer curso escolar cubano después del triunfo, notables acontecimientos en torno suyo marcarían la diferencia con los que hasta entonces habían acaecido.
Más allá de la poderosa carga simbólica del cambio, el suceso era mucho más que una alegoría. Las armas, que hasta entonces y desde allí apuntaban al pueblo, se trasmutaban en libros.
Aquel acto lo calificó Fidel como “el acto más hermoso de esta Revolución”, fue entonces cuando pronuncia aquel, histórico discurso en el que declara “…Y Cuba es el único país de América que ha podido hacer eso: conquistar una fortaleza militar y convertirla en una escuela ¿fortaleza para qué?, si lo que hace falta son centros de enseñanza”.
Una de esas fortalezas fue esta, en la que hoy está enclavado el Instituto preuniversitario (IPU) Julio Antonio Mella; no siempre fue IPU, primeramente fue una escuela de oficios, luego sirvió de secundaria básica para obreros, años más tarde comenzó a llamarse ESBU Julio Antonio Mella y hace ya algunos cursos atrás empezó a fungir como IPU”.
Orgullo y una enorme satisfacción de ver el cambio de un lugar escabroso, frío y con tanta historia albergada en su interior, siente Naivis Zamora Corona, profesora de historia de doce grado en este IPU, la que no deja de emocionarse pero afirma que “uno de los elementos fundamentales para trabajar aquí en este centro es tener en cuenta el conocimiento de la historia; como parte del departamento de humanidades es un orgullo para un profesor participar de esta obra tan importante de la Revolución que es contribuir a la enseñanza de las nuevas generaciones, y teniendo en cuenta que estamos en un lugar donde se torturaron tantas personas, donde realmente fue víctima el pueblo cubano de tantas masacres y maltratos de un régimen que no respondían a los intereses del pueblo, tan diferente a lo que tenemos hoy, porque precisamente el centro de nuestra sociedad actual es la defensa del ser humano, partiendo de esto es que se les puede explicar a cada uno de nuestros alumnos el papel verdadero que desempeña esta institución en otro momento, que fue cruel y muy dañino para la sociedad y cómo en la actualidad se utiliza en beneficio de las mayorías».

Naivis Zamora Corona./Foto Lilian Salvat Romero


Para Viani Vásquez Sánchez, la enseñanza del Español y la Literatura son difíciles de aplicar si no se toca la historia y los acontecimientos que este lugar guarda entre sus paredes, que sirvieron para ocultar el horror y los crímenes que acontecían en este sitio, donde tantos jóvenes perdieron su vida para que los de hoy gocen del inmenso privilegio de vivir en esta sociedad justa.

Viani Vásquez Sánchez./Foto Lilian Salvat Romero


“Aquí fueron torturados varios asaltantes del cuartel Carlos Manuel de Céspedes de Bayamo, eso no se puede dejar pasar por alto y hay que enseñárselo a los estudiantes, para que vean la diferencia entre un sistema social y otro, y no se dejen engañar con los ataque subversivos que por estos tiempos utilizan personas inescrupulosas contra nuestra nación. Muy sabia la decisión tomada por el líder histórico de esta Revolución, su pensamiento y legado están más vivos cada día, una acertada estrategia la de convertir esos cuarteles en centros de enseñanza, eso es lo que necesita el mundo aprender; como diría nuestro Apóstol.. Ser culto es el único modo de ser libres”.
Una de las medidas más sabias sin dudas de los que comenzaron este sistema social: hacer que se conozca la verdad y esa verdad nos hace libres.