Haciendo Revolución sobre la marcha

Apenas unos 20 meses habían trascurrido luego del triunfo revolucionario, cuando se creó la Federación de Mujeres Cubanas (FMC), una organización que unificó e incorporó a las féminas a la sociedad, al trabajo y a las transformaciones sociales y económicas que se desarrollaban en el país.

En aquel tiempo las que nacían hembras su destino estaba en los quehaceres hogareños y se debían a sus padres, de niña, y luego de casada, al esposo. Esta situación preocupaba mucho a los que decidieron cambiar el rumbo de esta isla antillana en enero de 1959.

Fue entonces que surge la idea de agruparlas en una organización que desarrollara políticas y programas encaminados a lograr el pleno ejercicio de la igualdad de la mujer en todos los ámbitos y niveles de la sociedad.

Antes de ser fundada la FMC, existían en el país diversas organizaciones, que se fusionaron en esta nueva y única federación, la cual tuvo como presidenta a Vilma Espín Guillois, destacada heroína de la sierra y quien defendiera la integración plena de la mujer a la sociedad.

Aquel 23 de agosto fue histórico, nació la FMC para eliminar los vestigios de discriminación, mentalidades herradas y otorgarle un lugar preponderante a las féminas, un espacio para ser útiles en todos los sentidos; las mujeres pueden manejar las armas y las mujeres pueden combatir expresó Fidel, ante la multitudinaria concentración de cubanas que se reunieron ese día.

En Manzanillo tuvo su génesis mucho antes que la Revolución triunfara; en 1937 se funda la Unión Nacional de mujeres, la que preparó las condiciones para celebrar el primer Congreso Nacional en octubre de 1938, seleccionando a 23 delegadas. En 1946 toma auge un nuevo movimiento que pretendía unificar a todas las cubanas y celebran una gran asamblea con 200 féminas en el teatro principal de esta ciudad.

Ya fundada, la FMC orienta en 1960 que se realice una campaña de recogida de dinero para armamentos para Chile, donde Manzanillo se destaca por ser el municipio que más aportó y por ello es elegida Inés Aguilera para participar junto a Vilma Espín en la entrega de todo a la nación andina.

La mujer manzanillera es protagonista en todos los momentos y en cada circunstancia por la cual se ha atravesado, en cada frente de combate siempre está dispuesta a cumplir a cabalidad cualquier responsabilidad que le sea asignada, siempre haciendo Revolución sobre la marcha .