Historias desde el mar: Pedro Manuel

Pedro Manuel Torres Batista, Patrón de la embarcacion acero 018 // Foto Lilian Salvat Romero
Pedro Manuel Torres Batista, Patrón de la embarcacion acero 018 // Foto Lilian Salvat Romero

«Es una producción que satisface la comida del pueblo, fundamentalmente, trabajamos para el pueblo», comenta Pedro Manuel Torres Batista, Patrón de la embarcacion acero 018 dedicada a la pesca del Machuelo en la Empresa Pesquera Industrial de Granma (EPIGRAN), radicada en esta ciudad costera.

«Ahora viene en abril, la corrida del Pargo, y se coge el Machuelo como carnada para esta pesca. Esa es una actividad que ayuda generosamente a la economía de la empresa.

Comencé aquí en el año 1987, casi para 40 años. Entré como abastecedor de combustible; ahí estuve tranquilo unos años hasta que ya me gradué de Patrón y estoy ahí hace 10, 12 años.

A través de un curso por obrero, ingrese a la escuela de pesca por dos años y ahí me gradué de Patrón y empecé a ejercer la pesca directo, porque antes trabajaba aquí en tierra.

Estaba en lo que es la dirección del camarón, la escama y ostión y pepino. Luego pasé de Patrón en la embarcación plástico 23, luego estuve en la pesca de pepino, e hice el curso de buceo.

Llevo 20 años de buzo también. Entonces estuve trabajando en la pepinera 14, en la pesca del pepino de mar, en la pesca de ostión y de ahí pasé para la pesca del Machuelo.

Me gusta más la pesca de arrastre, porque es una pesca que es diaria, constante y descansa la noche.

Soy hijo de un pescador; éramos aquí diez hermanos trabajando, ahora quedamos los últimos, el más chiquito de la familia soy yo, ya todos los demás son los hijos de los mayores, porque ya todos se han retirado. Aquí estamos en la misma faena de ellos.

Provengo de una familia de pescadores, mi papá fue el primero y ahí salimos todos. Mi hermano fue mucho tiempo director de esta empresa, salió de la pesca también.

Yo digo que hemos estado aquí todos, éramos ocho, hembras y varones que estaban trabajando aquí. Teníamos dos o tres hermanas que estuvieron trabajando también, ya se retiraron. De los once quedo yo aquí, que ya me quedan un tiempecito.

Bueno, esta embarcación es la que más produce. Nosotros el año pasado salimos mejor la embarcación, es una tripulación que lleva años destacándose.

Yo la cogí hace tres años, yo lleva 18 años como mejor. Porque tenía un Patrón que tenía mucho conocimiento, él falleció, pero la tradición ha seguido y el barco se ha mantenido.

Nuestra producción está en dependencia del diario, pero generalmente nosotros terminamos ciento y pico, doscientos dólares al año.

Ya nosotros salimos ahora, en dos días ya tenemos tres toneladas y pico de machuelos, de un día para otro entramos, pero la producción aquí es constante.

Nuestra área de pesca es en todo el golfo de aquí de Manzanillo por ahí, hasta el límite de las Tunas. Esa zona se trabaja completo, lo que es la pesca esa.

La embarcación es de ocho tripulantes, un motorista, un cocinero, los demás son marineros, pero es una constante que todos hacemos lo mismo. Es una unión, es una familia.

Ahí no hay división, aquí todos hacemos lo mismo. Si tiene que ser un timón uno o el otro, así, pero todos estamos lo mismo. Es una gran familia, nos llevamos muy bien.

El respeto se mantiene, que es lo fundamental, y cuando hay respeto hay organización. Y se mantiene».

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