Manzanillo. Agosto 24.- La estatua de Benny Moré, que vigila el malecón de esta ciudad costera, fue el escenario de un íntimo pero sentido homenaje al Sonero Mayor, con motivo del 106 aniversario de su natalicio.
En el acto donde participaron admiradores de su obra del y representantes de la cultura manzanillera, consistió en una ofrenda floral a nombre de todo el pueblo de Cuba, colocada a los pies del emblemático monumento.
El tributo estuvo matizado por la interpretación de varias de sus canciones más famosas, que resonaron frente al Golfo de Guacanayabo.
Aunque de escala reducida, la ceremonia refleja la tradición perdurable de Manzanillo de honrar la memoria de uno de los más grandes músicos que Cuba ha dado.
A más de seis décadas de su partida física, la figura de Bartolomé Maximiliano Moré Gutiérrez sigue viva en el corazón de los manzanilleros, manteniendo vivo el legado del genio musical conocido en todo el mundo como el Bárbaro del Ritmo.