Manzanillo. Enero 28.- Cultivo una rosa blanca, En julio como en enero, Para el amigo sincero. Que me da su mano franca… se escuchó una y otra vez, en las voces de los niños manzanilleros que, por esta mañana, se convirtieron en Pilar, Meñique, Bebé, Nené, o la Bailarina Española, e inundaron la avenida Primero de mayo con la alegría propia de la edad.
Una representación de pequeños de las diferentes enseñanzas, fueron protagonistas del ya tradicional Desfile Martiano, que recuerda este 28 de enero, el natalicio del hombre que con su pensamiento guía los destinos del país.
Homenaje al maestro que los puso en primer lugar “porque los niños son los que saben querer, porque los niños son la esperanza del mundo”.
Que les enseña cada día, con su obra cada vez más vigente que “El niño ha de trabajar, de andar, de estudiar, de ser fuerte, de ser hermoso: el niño puede hacerse hermoso aunque sea feo; un niño bueno, inteligente y aseado es siempre hermoso. Pero nunca es un niño más bello que cuando trae en sus manecitas de hombre fuerte una flor para su amiga, o cuando lleva del brazo a su hermana, para que nadie se la ofenda: el niño crece entonces, y parece un gigante: el niño nace para caballero, y la niña nace para madre.”
Fotos Marlene Herrera
