Manzanillo. Marzo 6.- La pionera Yailania Zamora Ginarte, es una pequeña que impresiona al escucharla hablar. Y es que la preparación que ha recibido en su seminternado Pedro Sotto Alba demuestra la calidad de nuestro sistema de educación en Cuba.
Ella cursa el cuarto grado y comenzó a estudiar las ciencias naturales desde la asignatura El mundo en que vivimos. Desde sus inicios esta materia le ha impresionado y se interesa mucho en trabajar de forma práctica en el laboratorio de estas ciencias, montado en su escuela.
“La utilización de los instrumentos del laboratorio me ayuda a incorporar muchos conocimientos sobre las diferentes partes del cuerpo humano”, dijo Yailania. “También nos ayuda conocer sobre los animales al trabajar con las lupas y a desarrollar habilidades sobre nuestra historia, porque tiene las fotos de la comunidad primitiva, la colonia, la neocolonia y la Revolución en el poder”.
“También nos ayuda a conocer sobre el planeta y el mundo en que vivimos. Esto nos ayuda porque nos motiva a las diferentes carreras que algún día podemos estudiar como la medicina, las ciencias sociales, naturales y exactas”, dice Zamora Ginarte.
“Esto nos motiva más en las clases, porque cuando nuestras profesoras nos imparten las materias, aprendemos más sobre nuestro pasado y nos ayuda a prepararnos para nuestro futuro”, confesó la pequeña.
Edunia González Hernández, directora de este seminternado dijo a Radio Granma digital que “estos laboratorios responden a uno de los objetivos de la educación primaria y han sido creados con el propósito de trabajar la asignatura de ciencias naturales de forma práctica, a partir de la orientación que reciben los pioneros por parte del docente con el uso de las bibliografías que están establecidas para cada uno de los grados”.
“Los estudiantes pueden llegar a tener los conocimientos de manera práctica, lo tocan, lo perciben con sus propias manos, son capaces de visualizar lo que el maestro le está diciendo a partir de los libros de textos, les llega de una forma más práctica este conocimiento”, resaltó González Hernández.
“En nuestro centro está el laboratorio montado en un aula especializada, pero los niños además de asistir a este lugar llevan estos medios hacia cada uno de los destacamentos y realizan los experimentos”.
“Así son utilizados estos medios del laboratorio de ciencias naturales para la discusión de los trabajos prácticos integradores, y que desde la educación primaria se van preparando para cuando lleguen a niveles superiores pues ya llevan una preparación a partir de la asignatura El mundo en que vivimos del cuarto grado, luego en las Ciencias Naturales en quinto y sexto grados, o sea que llegan mejor preparados a otros niveles de educación”, dijo la directora de este centro escolar.
“También desarrolla la formación vocacional pues ya el pionero va distinguiendo hacia que rama puede ir inclinando su profesión en un futuro, puede ser bien hacia la medicina, quizás hacia laboratorio clínico, puede inclinarse por el estudio de la geografía y las propias ciencias naturales a partir de lo que va inculcando el maestro en cada uno de sus clases”, agregó Edunia.
“Se logra la relación interdisciplinaria también pues los estudiantes aprenden el nombre correcto de cada uno de estos medios que tiene el laboratorio y la escritura correcta, se favorece así el trabajo con la lengua española que es una de las asignatura priorizadas”.
“Pero también pueden conocer a través de ejemplos del torso humano, qué cantidad de órganos componen nuestro cuerpo, a partir del esqueleto humano pueden conocer cuántos huesos componen nuestro cuerpo, o sea que les va ampliando sus conocimientos y los va dotando de conocimientos que les puede servir para la vida futura. Cuando estudian las células pueden conocer cada una de sus partes, y como estas tienen partes que sus nombres son palabras nuevas para ellos, se continúa reforzando el trabajo con la Lengua Materna”, concluyó la maestra.