Manzanillo. Octubre 14.- Mujeres y peces es el nombre de la nueva exposición personal del artista de la plástica Roberto Reytor Remón que quedó inaugurada en la mañana de este miércoles en la sala expositora de la Oficina Municipal de Monumentos y Sitios Históricos de Manzanillo.
Unas 14 obras confeccionadas con la técnica mixta en óleo y tinta sobre lienzo se exhiben en este centro para el público, que podrá disfrutar de la expo durante un mes. En la apertura de esta propuesta cultural estuvieron presentes los trabajadores de patrimonio del municipio, así como colegas y amigos del artista.
Reytor declaró a nuestra redacción que «esta propuesta es la continuidad de una exposición que vengo trabajando hace unos años en la que trato de representar a la diosa del mar, la Virgen de Regla. Esa virgen que viste todo se azul y blanco. El espectador va a ver explosiones de colores pero el color predominante en esta expo es el azul marino», dijo.
«Es la continuidad porque anteriormente ya había montado una exposición similar en la sede de la filial municipal de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (UNEAC), de la cual formo parte. Ya he confeccionado más de 40 piezas en esta serie con medidas de 80 X 60 cm, y aquí se muestran 14 de ellas», agregó el creador.
Roberto Reytor se caracteriza por ser instalacionista que trabaja los temas de la cultura afrocubana pero, «también me dedico a la pintura y pienso nunca dejar esta temática, porque no me ha ido mal con ellas. El arte es eso, cada vez que uno hace cosas nuevas debes ir aprendiendo, y mientras más trabajas más aprendes.
En este arte trato de ser lo más original posible, siempre me he caracterizado por eso. He trabajado casi todas las deidades de la cultura cubana y aquí en esta nueva exposición vemos esa explosión de colorido, espero que sea del agrado de los visitantes, y que me sigan para que me den más fuerza y aliento a la hora de realizar mis piezas».
Luego de esta expo Reytor tiene nuevos proyectos. «Pienso retomar la instalación, por problemas de espacio con medidas menores a las que estoy acostumbrado realizar porque las anteriores superaban los tres y cuatro metros. Es que las instalaciones me llaman más la atención, porque lo que se desecha como el hierro, el palo, el coco, son elementos que cuando ya los paso de la puerta de la galería hacia adentro se convierten todo en una obra de arte. Para el próximo año pienso montar nuevas exposiciones de estas en la galería municipal y de la UNEAC».
Este artista manzanillero ya casi ronda los 65 años de vida, de ellos 38 dedicados al arte. Entonces ya se le acerca la edad de la jubilación laboral, pero no del retiro total como él mismo lo dice. «Claro que no, porque es que en el arte uno nunca se retira. Yo voy a seguir pintando porque es que cuando ese bicho te pica, lo tengo en el interior y eso me lo llevo a la tumba. Además al pertenecer a la Uneac donde tengo estatutos y reglas, mi obra debe prevalecer en esta organización, y quiero estar activo todo el tiempo. Soy como aquellos artistas de las tablas, lo mismo del teatro como la música que mueren de pie arriba de las tablas, así pienso yo morir delante de un caballete o de mis instalaciones», concluyó.
