Innovadores de ‘puntería’

Sería maravilloso integrar este colectivo, consagrado a “revivir” equipos y máquinas que favorecen la salud y el bienestar del pueblo.

A pesar de los obstáculos, las trabas y limitaciones del bloqueo a Cuba, estas personas no pierden ímpetu y voluntad, deseos de hacer y ejecutarlo bien.

La última “perlita” (con el apoyo de colegas del territorio) fue el arreglo del equipo de Tomografía Axial Computadorizada (Tac), el popular ‘somatón’, inactivo desde hace dos años.

Igualmente, sillones estomatológicos, mesas y lámparas quirúrgicas, mesas, sillas, balances y butacas… ¡Pero  tenemos que aprender a cuidar como si todo fuera nuestro!

El equipo de electromédicos, del Hospital provincial clínico, quirúrgico y docente Celia Sánchez Manduley, es una gran familia, en la cual todos son uno y cada uno apuesta por todos.

El tocayo Roberto Morcillo, el veterano del team con ¡42 años de labor!, dice que no piensa en la jubilación, aunque deba estudiar, porque la tecnología es más moderna.

“Somos muy unidos”, comenta Fernando Gamboa Barbán y cuenta que “a veces un colega precisa de alguna ayuda técnica y ahí estamos para apoyarlo hasta que el equipo sale adelante. Es una garantía de éxito para que los medios del hospital estén vitales en los distintos servicios”.

FOTO Cortesía de los entrevistados

Feliz y orgullosa de ser la única mujer del staff, Marlenis Socarrás Fonseca comenta: “Mis compañeros me respetan, valoran mis criterios y me apoyan. Aquí ya tengo 29 años de trabajo, que se dice fácil, pero implica mucho  empeño.

“Las guardias son localizables y pueden llamarte lo mismo a las 10:00 de la noche, que a la 1:00 de la madrugada. El compromiso es seguir trabajando de manera disciplinada, consagrada y con la responsabilidad que de nosotros se espera”.

Al joven César Raña Torres, “físico puro” no le alcanzan las palabras para agradecer a sus compañeros: “Con ellos he aprendido lo inimaginable, por eso, gracias. Seguimos en combate”.

JONRONERO

El Licenciado en Rehabilitación, Pablo Díaz Domínguez, Máster en Ciencias, mención a Longevidad  Satisfactoria, resultó el profesional más premiado del Hospital Celia Sánchez Manduley, a propósito del 8 de octubre, Día del innovador.

Alto, corpulento y con un tono de voz medio ronca, Pablo no permanece ajeno a las dificultades cotidianas  del hospital. Por eso tiene varias invenciones, por las que ahora recibió el Sello 8 de Octubre, de la Anir; un reconocimiento al servicio que dirige y a la ovación de sus colegas.

“Es el fruto del sacrificio de más de 30 años de trabajo,  observando siempre que el paciente es lo primero”, dice el jefe del Departamento de Fisioterapia y Rehabilitación y agrega que “de todos, este ha sido el más bonito, porque es un estímulo que me hacen delante de mis compañeros del centro”.

Habla con orgullo de la recuperación de una “mesa universal” para la rehabilitación del paciente quemado en el mismo servicio, sin que haya que esperar el alta al hogar. “Hace par de años lo hacemos y tiene mucha repercusión en la calidad y sobrevida del paciente”.

Como para él la palabra tranquilidad no existe, Díaz Domínguez se enfrasca ahora  en dejar lista, cuando sea posible, una pequeña salita de rehabilitación para el Servicio de Geriatría, la que sería la primera de su tipo en un hospital de Cuba.

Al escuchar semejante propósito, y conociendo que este es uno de los municipios con mayor índice de envejecimiento poblacional, el periodista solo agradece a tanto ahínco de Pablo Díaz Domínguez, el “jonronero” de las innovaciones en el Celia Sánchez Manduley.

Por eso, cuando usted sea paciente o acompañante, piénselo dos y hasta 10 veces si pretende dañar con su actitud algún equipo, medio o herramienta en el hospital.

El esfuerzo y consagración de innovadores de puntería como Morcillo, Fernando, Marlenis, César, Pablo y el resto de sus colegas MERECE, y con mayúsculas, respeto.