Jornada de sorpresas en Copa Mundial de la Fifa

Foto: Tomada de internet

Luego del estrepitoso fracaso de Argentina ante Arabia Saudita (1-2) en el primer partido del grupo C de la Copa Mundial de la Fifa de Catar 2022, las cosas no se complicaron más de lo que anímicamente representó la derrota para los sudamericanos. Si bien los saudíes rompieron una racha de 36 partidos sin perder y alcanzaron tres puntos que parecían destinados al rival, las selecciones de México y Polonia le tiraron un cable a los de Scaloni. Ninguno aprovechó ese tropiezo, no se hicieron daño en un partido de mucha anécdota y nada de gol.

Los gritos por Chicharito se escuchaban en las gradas del estadio 974, pues México necesitó gol y a falta de Javier tampoco vieron a Raúl Jiménez en el once titular.

El llamado Tri paseó a los polacos por la cancha. Sin Zielinski no tenían brújula y sin Lewandowski les faltaba gol. Ambos deambulaban por el césped, mientras Héctor Herrera, Luis Chávez y Edzon Álvarez desnudaban a Krychowiak y Kaminski.

A punto estuvo Polonia de enterrar a los del Tata Martino con un penal cobrado por Lewa y atajado por Memo Ochoa, que se viste de Supermán cada cuatro años, cuando toca la copa mundial.

El San Benito del delantero del Barcelona le miraba sentado en el palco, mientras Arkadiusz Milik lo hacía desde la banca. Cuando entró ya era demasiado tarde y el 0-0 no se movió.

Otro empate sin goles inauguró el grupo D entre la potente Dinamarca y la irreverente Túnez, que fue un derroche de ímpetu y vértigo estériles.

Se sabía que a los daneses les falta gol cuando les sobra volumen de juego, pero pocos contaron con el atrevimiento de los africanos, que mostraron armas letales.

La Dinamita Roja gozó de más oportunidades, incluso encerró a las Águilas de Cartago en los últimos minutos. Sin embargo, el final del partido hizo público el edicto de que ambas selecciones van sobradas de armas, pero carecen de pegada. 

El empate benefició más a los tunecinos, pues en teoría no salen como favoritos. Los daneses ya tienen de antemano el cartel de equipo revelación y ahora tendrán que ganárselo.

El partido de cierre entre Francia y Australia sirvió para amenazar con otra sorpresa. Ocho minutos necesitó Goodwin para marcarle al campeón y abonar las dudas que sembraron ausencias notables como las de Kanté y Benzema en el plantel dirigido por Deschamps.

Pero Giroud juega para Les Bleus y con doblete (31′ y 70′) dio tranquilidad y holgura, sobre todo porque Rabiot al 26′ había devuelto la confianza a Francia.

Mbappé, con una primera mitad casi gris, tomó los galones que demanda una selección en aras de reeditar el título conseguido en Rusia 2018.

El delantero del PSG marcó el 3-1 con cabezazo ajustado al palo tras el centro perfecto de Dembelé, quien no tuvo su noche más iluminada.

Griezmann sí brilló como enlace entre la media y la delantera, una labor de sacrificio que el jugador del Atlético de Madrid cambió ya por una copa del mundo. El 4-1 fue el anuncio de Francia, su candidatura.