Manzanillo. Diciembre 15.- “Toda la vida me gustó el deporte. Mi papá era pelotero en Yara y siempre me llevaba. Eso me marcó». Así de claro lo dice el profesor de Educación Física José de la Cruz González Blanco, de la escuela primaria José de la Luz y Caballero.
Su historia no empezó en un aula, sino en un terreno de béisbol, y esa pasión lo llevó a formarse como profesor de Educación Física. Hoy, con 36 años en la labor, es un pilar de la enseñanza en Manzanillo.
Su recorrido es la prueba de una entrega total. “He trabajado en todas las enseñanzas”, cuenta, y lo respalda un camino que va desde el Politécnico Industrial Jesús Menéndez, pasando por secundarias básicas como la Carlos Coello, hasta varias escuelas primarias rurales. “Después de todo ese recorrido, estoy aquí”, afirma con sencillez. Esa experiencia en todos los niveles le da una visión única, pero tiene claro su favorito: la enseñanza primaria.
¿Por qué la primaria? Él lo explica sin dudar: “Me gusta coger el niño que está en cero. Además, son más activos, tienen mucha avidez por aprender y es la asignatura que más les gusta”.

Para él, la clave no está solo en enseñar habilidades. “Es muy importante sentir cariño por los niños, sentirlos como hijos de uno”. Bajo esta premisa, cada clase es una herramienta para formar valores. “Desarrollo en ellos el patriotismo, la honestidad, la responsabilidad que son base para el rendimiento deportivo y para la vida”.
Entre todos los deportes, el béisbol es su gran amor. “Es nuestro deporte nacional, y me gusta impartirlo para que los niños sientan ese amor”, comenta.
Su satisfacción más grande la encuentra en el vínculo con sus alumnos. “Para mí es un orgullo llegar al aula y que todos con mucha emoción me digan profesor, aparte de enseñar, uno los guía, organiza y corrige”, reflexiona.
En este Día del Educador, la figura del profesor González Blanco resume lo mejor de la vocación docente y 36 años después, esa emoción con la que lo reciben sus estudiantes cada mañana, demuestra que su misión sigue tan viva como el primer día.