Manzanillo, Noviembre 8.– Cada ocho de noviembre, el mundo conmemora el Día de la Radiología, rindiendo homenaje a aquel día de 1895 en que el físico alemán Wilhelm Conrad Roentgen descubrió los rayos X, un hallazgo que revolucionó para siempre la medicina y nos permitió ver el interior del cuerpo humano sin necesidad de cirugía.
En esta urbe costera , uno de los ojos clínicos son los de José Lora Morales, Licenciado en Radiología con 28 años de experiencia, para quien su profesión es un acto de servicio tan profundo como los detalles que revela una placa.
Desde el Cuerpo de Guardia del Hospital Provincial Clínico Quirúrgico y Docente Celia Sánchez Manduley, donde pasa la mayor parte de su tiempo, Lora Morales describe su oficio con pasión. «Somos como unos detectives del cuerpo humano, el médico tiene una sospecha, y nosotros, con nuestra tecnología y pericia, le damos la prueba visual. Ese diagnóstico es nuestra mayor satisfacción y nuestra mayor responsabilidad», argumenta.
El orgullo que siente por su profesión se nutre de la responsabilidad que conlleva. «Hay un momento que marca a cualquier radiólogo, cuando tu diagnóstico se convierte en el punto de partida para salvar una vida o para aliviar un dolor, eso no tiene precio. Es una profesión que te reta constantemente a aprender, a ser meticuloso, y te da la satisfacción de ser un apoyo esencial, incluso si el paciente a veces no nos recuerda».
«Diariamente, entre radiografías y tomografías, podemos llegar a atender a más de cien pacientes, a veces es una cadena sin fin, pero ver la gratitud de la gente, saber que ese esfuerzo colectivo alivia o salva, es el motor que nos impulsa», afirma.
Una parte fundamental de su carrera, y que relata con especial emoción, fueron los siete años que cumplió de misión internacionalista en el estado Aragua, Venezuela. Esa experiencia, califica, fue «una de las más gratificantes» de su vida.
«Allí no solo llevé mi conocimiento, sino que recibí mucho más a cambio. Fue un intercambio profundo de saberes, tradiciones y costumbres con mis compañeros venezolanos y la comunidad», recuerda. «Compartíamos técnicas, resolvíamos desafíos juntos con los recursos disponibles y, sobre todo, aprendí la calidez de su gente. Ver la gratitud en los ojos de las personas a las que atendíamos, rompió cualquier barrera cultural. Esos años consolidaron mi idea de que la Radiología, más allá de una técnica, es un acto de servicio a la humanidad».
Para José Lora Morales, la Radiología es mucho más que ondas y placas, un servicio que se ejerce con orgullo, paciencia y compromiso con cada uno de los rostros anónimos que, cada día, confían en su mirada entrenada para encontrar la luz en el interior del cuerpo.