La comunicación, más que en cualquier otro momento, es la gran batalla

La Unión de Periodistas de Cuba (Upec) celebró un taller con especialistas y expertos al que asistieron periodistas, directivos de medios, Premios Nacionales de Periodismo, cuadros del Partido y participantes en el Festival Internacional de Cine de La Habana, para abordar el tema del discurso de odio y la polarización dentro del escenario digital, así como la disputa política en las redes sociales.

Entre los protagonistas del encuentro destacan el brasileño Breno Alba, director del portal de noticias independiente Opera Mundi; Fabián Cardozo, presidente de la Asociación de Periodistas de Uruguay, periodista diplomado en comunicación política y de gobierno; el reportero mexicano Daniel Tovar; el historiador y periodista de la India, director del Instituto Tricontinental de Investigación Social, Vijay Prashad; la coordinadora de Comunicación argentina María Fernanda Ruiz, quien trabaja en el Instituto Patria, es docente y especialista en comunicación política, convergencia de medios y tecnologías de la comunicación para la soberanía de los pueblos, integra la comisión de Comunicación del Instituto Patria y es una de las creadoras del colectivo Mueve América Latina.

Además, participó Carlos González Penalva, Responsable de Comunicación, Redes Sociales y Mensaje de la Izquierda Unida asturiana, director de Planificación de medios de comunicación social. Análisis y asesoría. Preparación de encuentros y reuniones, servicios TIC, edición y formación.

Ante los conflictos político-sociales desatados en las plataformas del ciberespacio, Breno Alba comentó: «El tema de la comunicación, más que en cualquier otro momento de nuestra historia, es la gran batalla que hay que trabajar. Están las fuerzas conservadoras y reaccionarias de un lado y las progresistas y revolucionarias de otro. Hubo muchos cambios en los últimos años. Estábamos acostumbrados a medios tradicionales que tuvieron vigencia por muchas décadas. Sin embargo, hubo transformaciones tecnológicas fundamentales, las cuales han generado otro ambiente para la lucha comunicacional, y por lo tanto para la lucha política, la lucha de clases.

Hay que reconocer que en ese campo las fuerzas progresistas y revolucionarias se quedaron atrasadas. El cambio ha sido impulsado por las fuerzas conservadoras y reaccionarias. Han cambiado el ambiente comunicacional del mundo y nosotros debemos recuperar la diferencia y el espacio que se impuso, agregó.

De acuerdo con el periodista, estábamos acostumbrados a un periodismo que fungía como mediador entre la realidad y la ciudadanía. «Esa mediación resultaba, por un lado, una visión muy importante para el periodismo, y por otro lado una ventaja política muy consolidada, pues era el único camino de mediación entre la realidad y la ciudadanía».

Con Internet y las redes sociales esa emergencia, según el especialista, explotó. De esta manera, el periodismo pierde el monopolio de la realidad y la ciudadanía. «De alguna forma se ha impuesto a través de las nuevas tecnologías una fragmentación de la visión comunicacional».

En este sentido, se ha generado un ambiente que favorece sin cualquier tipo de límite al discurso del odio. Alba aseveró que, debido a la enorme fragmentación existente, se abre paso una dificultad de responsabilidad por las fake news, los discursos de odio, y además porque con el desarrollo de las redes sociales, las noticias falsas tienen vida y la capacidad de control de la sociedad sobre esas mentiras es mucho menor que en el pasado.

Por su parte, Fabián Cardozo, en representación de la Asociación de Prensa Uruguaya, que agrupa a trabajadores de la comunicación en todos sus ámbitos, pero también a la Federación Latinoamericana de Periodistas de América Latina y el Caribe, subrayó la responsabilidad de los periodistas ante los tiempos en que nos rodean las fake news, la desinformación, la polarización y los discursos de odio. Cardozo consideró que los periodistas tienen un papel fundamental en combatir esto. «La polarización, que luego se transforma en discursos de odio, normalmente empieza en las redes sociales».

Sin embargo, hay algo positivo, advirtió. «En la polarización están las posturas diferentes, desde nuestro lado y desde el lado de la derecha. Pero la extrema polarización tiene el riesgo de los discursos de odio, y los discursos de odio, el riesgo de la imposibilidad de convivir juntos, de estar bajo el mismo espacio dos personas que piensan distinto. Y es lo que no queremos que pase. Y entendemos que los periodistas debemos tener la obligación de alfabetizar para que no se amplifique». Ante ello, Cardozo indicó la importancia de la capacitación.

Igualmente, afirmó que los periodistas son «el cable que conecta a la gente con lo bueno y con lo malo. Si amplificamos las fake news y la desinformación, le hacemos un mal a la democracia. Creo que esta herramienta que hoy estamos teniendo de analizar este fenómeno aquí en Cuba, es una señal de que estamos dispuestos a hacerlo».  

Otro de los expertos que intervino en el taller fue el periodista y ensayista español Pascual Serrano, quien se refirió al fenómeno en las redes sociales como la existencia de la ira en lugar del odio. Las redes saben que cuando incorporan contenidos que conmocionan la moral y estimulan la ira se generan más likes y retweets. El nivel de tolerancia en las redes baja mucho por el anonimato, la impunidad.

«El insulto genera más atención en los discursos políticos o en las columnas de prensa, y mucha más rentabilidad mediática. La ira vende. Crea sensación de superioridad moral. La ira en las redes hace que la gente se agrupe en torno a la cacería de unos a otros. La ira también crea impunidad por ese anonimato en las redes y eso tiene reflejo en la política».

Pascual Serrano convidó a demostrar que no somos así, que la ira no va con nosotros, «Tenemos que valorar cuando reaccionamos ante ella y la aversión».

Este sábado, el encuentro con especialistas devino también espacio propicio para organizar la segunda edición del Coloquio Patria, a realizarse en marzo de 2023 en Casa de las Américas, en La Habana.

El Coloquio es organizado por la Upec y coauspiciado por la Casa de las Américas y Resumen Latinoamericano.