La educación que no se detiene en Manzanillo

Foto: Samantha Cabrera
Foto: Samantha Cabrera

Septiembre 15.- Este curso escolar 2025-2026 se enmarca en un escenario nacional complejo, marcado por desafíos económicos y una situación energética que prueba la resiliencia de todos los sectores. Sin embargo, lejos de ser una excusa para el desaliento, estas circunstancias se han convertido en el telón de fondo contra el cual la comunidad educativa manzanillera demuestra, una vez más, su inquebrantable compromiso con la enseñanza.
A pesar de las adversidades, las aulas se abren y el proceso de aprendizaje avanza, impulsado por la voluntad de maestros, estudiantes y familias.
Es imposible hablar de este esfuerzo sin destacar la titánica labor del personal docente, profesores y trabajadores de los sectores de enseñanza en Manzanillo.
La preparación de las clases, la búsqueda de alternativas y el empeño por mantener viva la chispa del conocimiento en sus alumnos son acciones cotidianas que definen el verdadero espíritu de la educación.
La familia manzanillera, por su parte, juega un rol protagónico e insustituible. El apoyo en el hogar, el esfuerzo por garantizar lo indispensable para que los niños y jóvenes asistan a la escuela y la colaboración directa con los maestros forman una triada esencial para el éxito del curso.
El curso 2025-2026 en Manzanillo no está exento de obstáculos, pero avanza con una lección ya aprendida: la voluntad puede más que las carencias. Mientras las puertas de las escuelas permanezcan abiertas y haya un maestro dispuesto a enseñar y un alumno ansioso por aprender, el futuro se sigue construyendo.

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