Manzanillo, Granma.- La serenidad y destreza con las que maniobrada con el armamento durante la clase práctica del Día Nacional de la Defensa, impresionó a todos los que asistimos a ese instante.
Yisel Morales Fernández posee la belleza y sensibilidad a «flor de piel», la nobleza la viste desde la mirada, mientras fuerza, valor y determinación de estar siempre en la primera trinchera del deber anidan hermosas al centro del pecho.
Esta joven manzanillera, de 32 años de edad, estudió en la escuela militar Camilo Cienfuegos, de aquí, para luego graduarse de una especialidad de las Fuerzas Armadas Revolucionarias, en Santiago de Cuba.
“Soy la primera militar de mi familia. El primer reconocimiento y honores es para ella, de manera especial mi madre, porque no hubiese sido fácil llegar a la meta y mantenerse porque la vida militar requiere de sacrificios: cero cumpleaños, fiestas, compartir fechas como los fines de año. Nos toca cumplir nuestras misiones y para mí no hay nada más feliz que eso”.
-¿Es difícil imponer criterio entre tantos hombres?
“El nivel de preparación nos pone a la par de ellos, y como somos menos, siempre contamos con su ayuda. Tenemos otras misiones como esposas, madres, y entonces, comprenden estas otros retos de las cubanas, pero las exigencias, el sacrificio es el mismo”.
Yisel ha ascendido en grados militares muy rápido y por los resultados de su desempeño: “Me gusta consagrarme con responsabilidad a la tarea que el mando me asigne. La disciplina es esencial en todo”.
– ¿Qué importancia y atribuyes a los días nacionales, los territoriales de preparación para la defensa?
“Es vital en los tiempos que corren. Trabajo en el Sector Militar desde hace unos meses lo que me permite estar más cerca de la población en las zonas de defensa.
“Una ´choca´ con las personas, y formamos un dúo entre militares y civiles muy sólido porque siempre me encuentro con hombres y mujeres conocedores de armamentos.
“Socializar mis experiencias y saberes es emocionante y un compromiso permanente. Nadie puede escatimar esfuerzos en la preparación para defender la Revolución, la soberanía e independencia de la Patria.”
“Lo más bonito que me ha sucedido dentro de las Fuerzas Armadas Revolucionarias ha sido lograr superarme como profesional, sentir que tengo los mismos derechos y deberes que mis compañeros, avanzar en la vida, siempre y cuando una se sacrifique. Es sentir el empoderamiento que alcanzamos las cubanas en cualquier esfera de la sociedad. Es mi pasión.”
La manzanillera Yisel Morales Fernández, Mayor de las FAR es coraza y flor, es certeza que la defensa de la Revolución tiene en sus jóvenes una fuerza tremenda.