“La radio me enseñó a mirar con el corazón», Roberto Mesa Matos

Foto: cortesía del entrevistado
Foto: cortesía del entrevistado

Manzanillo Noviembre 11.- Cuando lo ves parece que está distraído, alejado de la realidad, su mundo puede que parezca simplificarse a un par de audífonos, su pomo de agua y su amigo mortal, el cigarrillo; pero dentro de todo eso está el profesional inquieto, atrevido, sagaz y elocuente, Roberto Mesa Matos, periodista manzanillero que dio sus primeros pasos en los medios de comunicación en esta casa radial.

Desde niño encontró en sus micrófonos no solo un espacio de expresión, sino una escuela de sensibilidad y rigor.

¿Cómo fueron sus inicios en Radio Granma?

Tenía apenas 11 años cuando me invitaron al programa Somos la niñez, era un espacio para niños, pero allí descubrí que la radio no es solo voz, es responsabilidad; luego, como corresponsal voluntario, me formé en el departamento informativo, en este punto no puedo hablar de mi formación sin mencionar a quienes me ayudaron a encontrar el camino, el Hombre Noticia, Pedro Enrique Vera Portales, mi padre de profesión, con su mirada crítica y su confianza en mi capacidad, me transmitió la sagacidad de como él dice, no calentar la información; Mayra Batista Infante, que me enseñó a hilar fino en cada nota; Elvia Carbonell Falcón, que me mostró cómo la técnica puede servir a la emoción, estas dos me enseñaron mucho, excelentes periodistas que hoy están jubiladas; Georgina Mendoza, locutora y escritora, que me enseñó a respetar el ritmo de la palabra, la Tía Yoyi, me dio el primer impulso, creyó en mí cuando apenas era un niño curioso.

¿Qué representa Radio Granma en su formación profesional?

Radio Granma es mi casa formadora, aquí aprendí a escribir con respeto, a preguntar sin invadir, a corregir sin vanidad, me enseñaron que el periodista no debe buscar protagonismo, sino servir con rigor y sensibilidad, cada emisión es una oportunidad para acompañar a la gente desde la verdad.

¿Cómo es tu trabajo diario?

Es intenso y diverso, desde la redacción de notas hasta la cobertura en terreno, pasando por entrevistas, reportes y colaboraciones con otros medios, me gusta estar cerca de los hechos, pero también cuidar el lenguaje, revisar fuentes, y asegurar que cada palabra tenga sentido y propósito. No hay día igual, cada jornada trae una historia nueva, una urgencia, una voz que merece ser escuchada.

Foto: cortesía del entrevistado

¿En qué medios trabaja actualmente?

Sigo colaborando con Radio Granma, que es mi base y mi raíz, Radio Bayamo, que me abrió sus puertas ya como profesional y Radio Rebelde, que me permite compartir historias con alcance nacional. Además, mantengo presencia en mis redes sociales, donde informo sobre hechos relevantes, sucesos, operativos comunitarios y temas de interés público, hago crónicas, en fin, la inmediatez digital me permite complementar el trabajo tradicional con nuevas formas de llegar a la gente.

¿Qué lo motiva a seguir en el periodismo local?

La inquietud por entender lo que vive la gente, me interesa lo que no se ve, lo que no se dice, lo que se resiste en silencio. El periodismo local tiene el deber de mostrar esas realidades con dignidad, sin dramatismo, pero con profundidad y en eso, Radio Granma ha sido escuela y trinchera.

¿Qué valores defiende en su ejercicio profesional?

La veracidad, la sobriedad, la ética, no creo en el sensacionalismo ni en el ruido, creo en el dato verificado, en la historia bien contada, en el respeto por los protagonistas reales y sobre todo, en el deber de acompañar, no solo informar.

¿Qué mensaje comparte con las nuevas generaciones de comunicadores?

Que sean curiosos, pero éticos, que no se conformen con lo que les dan, que pregunten, que busquen, que contrasten, que escuchen antes de escribir, que miren a los ojos antes de grabar, que recuerden que detrás de cada dato hay una vida que merece respeto y que la radio, aunque parezca antigua, sigue siendo el latido más fiel de la comunidad.

Mesa Matos sigue siendo ese niño curioso que soñó con contar historias desde un micrófono. Hoy, con más de tres décadas de oficio, su voz sigue siendo brújula para quienes creen en el periodismo como acto de amor, rigor y servicio.

Radio Granma celebra sus 93 años con voces como la suya, sembradoras de verdad, dignidad y ternura sonora.

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