El Festival Nacional de la Trova Carlos Puebla Concha, en su 30 edición, pone de manifiesto la importancia de fortalecer la presencia de la trova en Manzanillo, una ciudad que ha sido testigo de cómo este género ha ido perdiendo espacio y relevancia en los últimos años.
Uno de esos lugares emblemáticos fue el Patio de las Cuerdas, un punto de encuentro para músicos, poetas y amantes del género que se reunían cada tercer miércoles de mes.
La peña, organizada por el reconocido trovador Axel Milanés, se convirtió en un espacio único para compartir canciones, historias y reflexiones sobre la vida y el amor, donde la joven comunidad artística tenía la oportunidad de expresar sus voces.
Entre estas nuevas generaciones de creadores que participaron activamente en este evento especial, se encuentra Brandon Garcés Rey, quien aportó un estilo propio y una energía vibrante al escenario. Para él, este espacio constituyó un punto de encuentro crucial, donde no solo pudo compartir sus letras, sino también conectarse con otros trovadores emergentes y con el público.
Esta actividad fue una oportunidad única para reivindicar la trova como una forma de resistencia cultural y como un medio poderoso para la expresión individual y colectiva de los iniciadores en la actualidad.
Con su música, este joven trovador sigue demostrando que la tradición de la trova está más viva que nunca en el corazón de Manzanillo.
El Festival Nacional de la Trova, en su celebración de tres décadas, resalta la necesidad de revitalizar estos espacios de creación y aprendizaje, sobre todo en un momento en que las nuevas generaciones encuentran cada vez menos oportunidades para formar parte de esta tradición.
Sin embargo, para que este heraldo cultural perdure, es esencial que Manzanillo recupere la fuerza de este género musical, ofreciendo a los futuros trovadores los espacios que les permitan seguir creando, compartiendo y reflexionando sobre su entorno. Solo así, la trova manzanillera podrá seguir siendo la voz que resuena en los corazones de todos los que, como Brandon, creen en el poder transformador de la música y la poesía.