
Tamara Pérez Meriño, con más de 20 años de experiencia en la Oficina Nacional de Administración Tributaria, destaca la importancia de los valores como la justicia, la equidad y la empatía en su trabajo diario mediando entre los contribuyentes y el Presupuesto del Estado.
Son miles los hombres y mujeres que, por llevar el ejemplo como bandera, merecerían una mención hoy, Día del Trabajador de la Administración Pública.
Esa premisa nos llevó hasta Tamara Pérez Meriño, quien conduce la actividad de Atención al Contribuyente en la dirección provincial de la Oficina Nacional de Administración Tributaria, uno de los sectores que integran este gran sindicato.
Con más de 20 años trabajando allí, de forma ininterrumpida, siete de ellos como dirigente sindical, es un ejemplo de esos a los que vale la pena acercarse.
«Comencé en este sector en el año 2005, y de inmediato me propusieron como Secretaria General de la Sección Sindical, cargo que ocupé durante siete años. De ese periodo tengo muy lindos recuerdos, porque hicimos muchas actividades, fueron años de vínculo estrecho, tanto con los dirigentes sindicales como con los de otros sectores.
«Ese trabajo siguió creciendo, con los compañeros que vinieron después, y actualmente es una sección sindical consolidada, con reconocimientos a nivel provincial, muchas veces tomada como referencia de buen hacer por lo que hemos logrado aquí».
Tamara comenta que la onat es una entidad atípica, de la cual las personas tienen muchas veces un criterio erróneo, por su función social. «Sin embargo –explica–, cuando usted labora aquí, comprende que es un trabajo muy lindo, que exige preparación cada día, porque la práctica es muy rica. Por eso, debemos tener valores incorporados como la justicia, la equidad, la empatía, pero sin olvidar que somos la entidad mediadora entre los contribuyentes y el Presupuesto del Estado.
«Nos toca orientar, informar, comunicar correctamente las políticas y decisiones que se aplican».
Con humildad, afirma sentirse orgullosa de pertenecer al Sindicato de la Administración Pública, y de haber aportado a su funcionamiento y desarrollo.
«Hay que darles protagonismo a las nuevas generaciones, impulsarlas para que alcancen sus propias metas. Pero yo no me desligo de ese trabajo sindical, me gusta contribuir a la convocatoria, sumar a los trabajadores a las actividades, motivar a las personas».
Con plena claridad de los tiempos que vivimos, de las complejidades del día a día, Tamara asegura que ama lo que hace, y nunca le ha pasado por la cabeza cambiar de trabajo. Las razones fueron claramente expresadas por ella.
«Este es un sector con mucho sentido de pertenencia, no solo con la onat, sino con nuestro sindicato, con nuestros dirigentes. Siempre respondemos a cualquier convocatoria, a cualquier llamado de la patria. Yo creo que, en todos los trabajadores de la Administración Pública, que integran este sindicato, en Las Tunas y en todo el país, hay una convicción muy grande de compromiso y fidelidad», afirmó.