
Manzanillo. Mayo 26.- La pasión por la Matemática, y el constante empeño por elevar el nivel cognoscitivo de sus estudiantes de duodécimo grado, validan la calidad y prestigio del profesor Maiquel Powel Bagué, como docente preparador para las pruebas de ingreso a la educación superior, en el instituto preuniversitario urbano (IPU) Julio Antonio Mella.
Por cuarta ocasión, tres de forma consecutiva, el consagrado pedagogo logró este año lectivo el ciento por ciento de aprobados en estos exámenes de futuro, relativos a la asignatura de los números, los cálculos y la geometría.
El profesor de piel de ébano, alta figura, y noble carácter, subrayó que estos resultados, fruto del trabajo mancomunado entre el consejo de dirección, el claustro, los alumnos y la familia, constituyen compromiso mayor con el perfeccionamiento de la enseñanza, a la vez que regocijo porque constituyen un premio a su sacrificio.
«El trabajo con el doce grado es bastante fuerte, porque requiere de tiempo y total entrega, pero me gusta trabajar con este año de culminación de estudios al tener en cuenta que agrupa todos los contenidos de nivel medio superior, y el educando adquiere una conciencia y madurez sobre su superación y autopreparación con la mirada puesta en el mañana», significó.
Al referirse al acto de examen de Matemática detalló que, aunque desde hace más de una década trabaja como profesor preparador para el ingreso a la universidad, en ese momento los nervios afloran ante la incertidumbre de cómo saldrán sus pupilos.
«Es un momento tenso porque no podemos estar con nuestros alumnos, y sólo cuando salen de la prueba y conferenciamos unos y otros, es que conocemos los contenidos que salieron, y entonces hacemos inferencias de cómo trabajaron, hasta que conocemos el resultado final tras las calificaciones», precisó.
«En este año de manera particular – dijo- en medio de un difícil panorama socieconómico y de crisis electroenergética, estuvimos ante una prueba de ingreso que, a mi juicio tuvo un alto grado de complejidad, y lograr este resultado me llena de satisfacción y orgullo», expresó sonriente y con cierta timidez.

Pero como buen educador cubano, atemperado a su tiempo, Powel Bagué es de desafiar y vencer contratiempos y metas que parecen imposibles, hasta que, con su sapiencia, voluntad, perseverancia y capacidad creadora, conquista sueños.
Una de esas experiencias inolvidables para Maiquel fue la de asumir la preparación del primer estudiante que, siendo invidente de nacimiento, asumió el reto de presentarse al riguroso proceso evaluativo.
«En el caso específico de César Sánchez Molina la vivencia que tuve fue muy difícil, pero a la vez hermosa; en un primer momento sentí el temor de no poder cumplir con él, y con mucho empeño, ambas partes lo dimos todo y al final logramos que aprobara los exámenes de ingreso, y hoy me siento feliz porque ya Cesarito, como cariñosamente le decimos, es ingeniero en ciencias informáticas», señaló
El destacado profesor de Matemática de doce grado aseguró así que, cuando suma nuevos resultados a su trayectoria profesional, trabaja con ahínco por lograr mayor calidad del conocimiento en sus estudiantes y, por ende, en sus calificaciones finales.