
Manzanillo, conocida como la Perla del Guacanayabo, enfrenta hoy un problema que amenaza su imagen y calidad de vida: el vertimiento de basura en las calles. Lo que alguna vez fue una ciudad vibrante y culturalmente rica, ahora lucha contra montañas de desechos que se acumulan en esquinas, parques y áreas residenciales, reflejando una crisis que va más allá de la estética urbana.
El problema radica en la insuficiencia de los servicios comunales, que, debido a la falta de combustible y el deterioro de los camiones recolectores, no logran cumplir con la demanda de limpieza. En algunos casos, solo un vehículo está operativo para recoger los desechos en toda la ciudad, lo que resulta insuficiente para una población que genera toneladas de basura. Esta situación ha llevado a la proliferación de vertederos improvisados, donde los desechos se descomponen, generando olores desagradables y atrayendo vectores como ratas y mosquitos.
La acumulación de basura no solo afecta la salud pública, sino también el medio ambiente y aumento de los criaderos de mosquitos, los que incrementan el riesgo de arbovirosis.
A pesar de la gravedad del problema, la comunidad de Manzanillo ha demostrado un espíritu de resiliencia. Vecinos organizan jornadas de limpieza y buscan soluciones alternativas ante la inacción de las autoridades.
Sin embargo, estas iniciativas no son suficientes para abordar una crisis que requiere una respuesta estructural y sostenible.
El vertimiento de basura en las calles de Manzanillo es un llamado urgente a la acción. Las autoridades locales deben priorizar la reparación de los camiones recolectores y garantizar el suministro de combustible para los servicios comunales. Además, es esencial implementar campañas de educación ambiental que sensibilicen a la población sobre la importancia de mantener la ciudad limpia y fomentar prácticas responsables.
Manzanillo tiene el potencial de recuperar su esplendor, pero para ello es necesario un esfuerzo conjunto entre el gobierno, los servicios comunales y la comunidad. Solo a través de la colaboración y el compromiso será posible transformar esta crisis en una oportunidad para construir una ciudad más limpia, saludable y digna para sus habitantes.