El joven José Martí fue arrestado el 21 de octubre de 1869. Habían transcurrido 17 días desde el conocido incidente en la casa de Fermín Valdés Domínguez, del registro, del hallazgo de la carta comprometedora dirigida al condiscípulo Carlos de Castro y de Castro.
Aunque Fermín dio más de una versión de la esquela, y hasta aseguró que estaba firmada por ambos, las autoridades siempre hablaron de un solo autor. El director del Museo Fragua Martiana, el investigador y ensayista cubano Yusuam Palacios Ortega, sostuvo que el escrito desencadenó un odio terrible en el régimen colonial.
Yusuam Palacios Ortega recordó que José Martí definió a la patria en su trabajo La República Española ante la Revolución Cubana, como una fusión dulcísima y consoladora de amores y esperanzas, donde resulta incompatible la idea del odio.
A tantos años del arresto de José Martí, de la espantosa prueba del presidio –aseguró el joven intelectual cubano—conservan una vigencia extraordinaria los valores del amor, del bien, de la justicia, que hacen del Apóstol el horizonte y la brújula de sus compatriotas de cualquier tiempo.
El Director del Museo Fragua Martiana dijo que a pesar de las marcas físicas y de las heridas en el alma sufridas en el cautiverio, del dolor ante los crímenes de los que fue testigo, el héroe siempre concibió a la patria por conquistar como una comunidad de intereses, de tradiciones, de fines, de consenso social, de necesaria unidad.
Tras su arresto el 21 de octubre de 1869, y la ulterior condena, José Martí sufrió una aterradora experiencia carcelaria magistralmente descrita en el folleto El Presidio Político en Cuba, publicado en España en 1871.