Marzo Enrique vive en la radio manzanillera y cubana

Durante la premiación del Festival de la radio 2017 // Foto Marlene Herrera

Como voz enraizada en la historia de la radiodifusión manzanillera y cubana quedará por siempre la de Marzo Enrique, el hombre radio que nunca pudo vivir separado a una pasión que se apoderó de sus entrañas.

Con la garganta henchida de amor y el tono exacto para cada ocasión, y una mezcla de profesionalidad y excelencia, toma el micrófono y sigue cautivando a los oyentes con su timbre portentoso y sereno, locuaz, intimista; continúa dando vida a la magia de este medio sonoro, nutriendo cual paradigma a las nuevas generaciones de realizadores de la casa radial del Golfo de Guacanayabo.

La voz no cambia, sigue siendo la misma que irrumpió en el éter aproximadamente en la década de los años 60 cuando comenzó a trabajar en los altos de La Fortuna; la del Maximiliano Enrique Rivero Bertot enamorado de la radio porque, como declaró alguna vez: “desde chiquito acompañaba a mi padre que tenía un altoparlante y me llamaba la atención el micrófono y la locución, que en aquel entonces era comercial”.

Recorre los mismos espacios y toma otros corazones, como lo hizo desde radioemisoras de la capital cubana como la COCO, el periódico del aire, Radio Progreso, Radio Reloj y Radio Rebelde; desanda Cuba y retorna al terruño natal, a su Radio Granma para residir eternamente en la memoria de la audiencia, de quien apreció siempre la gratitud y el contacto directo, al considerarlo “vital para cualquiera que trabaje en la radio; porque es la forma de nutrirse, saber si fuiste capaz de introducirte en el ánimo y corazón de los oyentes. Es un grato recuerdo, ilusión que nos llevamos hasta el último aliento de la vida”.

Se apodera de la esencia de quienes como él, entregan sus energías para dar riendas a la magia de las ondas hertzianas, y que le permitieron en medio siglo de desempeño merecer lauros como el Sello 85 Aniversario de la Radio Cubana, el Micrófono de la Radio Cubana, Premio a la excelencia artística en la provincia Granma en 2005, la distinción Voz y Sueños por los 50 años de labor en los medios de difusión.

Durante la premiación del Festival de la radio 2017 // Foto Marlene Herrera
Durante la premiación del Festival de la radio 2017 // Foto Marlene Herrera

Habita cada rincón de su emisora de siempre, porque Marzo Enrique:

“Fue, es y seguirá siendo un maestro para generaciones de radialistas, y no solo en el ámbito de la locución, sino en general, en la hermosa tarea de hacer radio; de cómo manejar las habilidades, cómo llegar al oyente de esa manera diáfana, clara, y de estar al tanto de cuanto llama la atención a quienes nos escuchan, para quienes trabajamos. Eso lo aprendimos de Marzo, la constancia de hacer incluso desde el periodismo, en el que incursionó últimamente como muestra de cuánto valen esas personas que nacieron para hacer radio y lo llevaban bien adentro”, dice la periodista Carmen León Guerra.

“Es un realizador que tiene un prestigio ganado en la radio nacional por su entrega incondicional al medio. Dio su vida por la radio porque a pesar de su enfermedad venía y dedicaba horas a sus realizaciones, a la locución, al periodismo con el que colaboró dentro del departamento informativo de Radio Granma en sus últimos años”, asegura la periodista Annia Pacheco Palomares.

“Nos queda la impronta de este gran hombre de radio, que nos ha enseñado y nos enseñará por siempre a amar este medio, a descubrir algo nuevo de sus encantos y a seguir trabajando con amor y con esa perseverancia y entrega que ni en sus últimos momentos de vida dejó atrás”.

“De Marzo aprendimos, porque él era un consagrado, y apreciamos siempre cualidades muy importante desde el punto de vista profesional como locutor, por su técnica, por la manera tan fácil en que acomodaba la voz, su articulación y todo lo que profesionalmente nos podía revelar y enseñar; el amor por la música cubana y por la obra de los músicos cubanos, la manera de defender un programa de música”, expone el director de programas, escritor y locutor Orestes Ernesto Remón Saborit.

“Eso lo llevaremos como legado permanente y ojalá podamos ser un puente como lo fue Marzo, para que quienes vienen detrás hagan lo que hicimos nosotros inspirados en su ejemplo, en su trabajo, en su constancia, disciplina, responsabilidad y organización en lo que hacía”.

Apegado a la esencia misma de este medio que es identidad y tradición, vivirá por siempre Marzo Enrique.

“Recordaremos a Marzo Enrique como esa persona que fue, profesional que estuvo en los grandes eventos de la radio cubana y con grandes resultados en esos eventos. No se calla su voz, no se silencia, no se apaga. Lo seguiremos escuchando siempre en los oídos de Granma, como dijo una vez. No se va, no se retira, no se aleja, se queda en el recuerdo y en la vida de cada uno de los radialistas de Manzanillo y de Cuba”.