Más de medio siglo consagrados a la educación

Foto: Lilian Salvat
Foto: Lilian Salvat

Más de 50 años de experiencia para la educadora Rosa González Romero, resumen una vocación natural de enseñar, descubierta desde la niñez y atestiguada en una vida consagrada a la pedagogía y a la Revolución cubana.

Hoy aún en activo, labora en el Instituto Preuniversitario Julio Antonio Mella de esta ciudad.

«Para mí desde muy pequeña se me fue formando el amor hacia la educación, hacia ser maestra. Desde pequeña yo jugaba con el muñeco y siempre yo era la maestra.Nunca le tuve miedo a la tarea, siempre anegada, siempre luchando porque mis alumnos aprendieran más y más cada día. Es decir, que en mí se sembró desde temprana edad el amor por la enseñanza.

Me llamaron a cumplir una misión interna en el país, en Sandino, Pinal de Río.Imagínense, allí había escuelas de diferentes países y realmente me sentí no solamente profesora, me sentí madre de esos muchachos, amiga, en ver todas las necesidades que ellos tenían y cómo podían venir a nuestro país por la idea de nuestro inolvidable Fidel Castro y Hugo Chávez de formarse como médicos. El tiempo ha cambiado y el educador tiene que tener ante todo sentimientos, un educador que no tenga buenos sentimientos no puede ser un buen educador.

Mis más de 50 años, no los puedo olvidar, no puedo olvidarlos, no puedo olvidar cada uno de ellos, cada uno de ellos tiene un detalle, cada uno de ellos tiene algo en mí y pienso que es inolvidable.

Cada momento de mi vida en mi aula, porque como yo le digo a mis estudiantes, cada acción del ser humano es una clase. Me siento orgullosa porque mi carrera me ha servido para ser una mujer más fuerte, una mujer luchadora».

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