
Y me hice maestro que es hacerme creador, sentenció José Martí, y esa máxima se hace realidad cada curso con la incorporación de nuevos profesionales de la educación. En la graduación de la Escuela Pedagógica este año, sobresalió una muchacha locuaz, de esas que hablan no sólo con palabras, sino con los ojos, con las manos, con el entusiasmo de hacer lo que les gusta, con la certeza de que con su hacer diario va a contribuir a la formación de las nuevas generaciones: Maura Meliza Morrell Sánchez.
“Mi nombre es Maura Meliza Morrel Sánchez, soy graduada de la Escuela Pedagógica Celia Sánchez Manduley. Fui alumna integral de maestra de primaria.
Ahí nos graduamos de varias especialidades, está maestra de inglés, está de química, física, de educación primaria, que es la mía, y de educación infantil.
Maestra primaria porque desde siempre, desde la primaria, a mí me encantó como niña, tuve ese pasatiempo como de dar clases con los muchachos, con los amigos, de hacer de profesora.
Y, no sé, ya cuando fui creciendo me llamó la atención y en el noveno grado no dieron muchas capacidades para eso, pero gracias a Dios y la prueba de actitud que hice, me escogieron y ya fui directo de noveno grado para la Formadora. Y pues me quedé ahí en la especialidad.
Salgo como un técnico medio, que ya viene siendo como un doce grado y ya después de los cuatro años yo empiezo a ejercer normal como profesora de la educación primaria, pero me voy a quedar ahí en la formadora, a trabajar. Y ya mientras voy trabajando también estoy haciendo la licenciatura en la universidad, que son cuatro años más.
Estuve de estudiante haciendo prácticas y también me preparé para el concurso de la escuela de Bayamo, la Escuela Pedagógica Rubén Bravo, en donde fui por Ortografía y también por clase, cogí el segundo lugar en clase y el tercero en ortografía.

El magisterio es la especialidad más importante de la sociedad. Nosotros como maestros impartimos la educación, no solamente una enseñanza como tal en las asignaturas, sino en los valores del ser humano.
Nosotros como maestros somos el ejemplo para que los estudiantes puedan crecer con buenos principios y valores, fundamentando la educación también en el hogar.
La inspiración para ser maestra es mi familia. La gran mayoría de miembros de mi familia son maestros y como que crecí siempre con ese bichito de querer continuar la tradición y el magisterio siempre me gustó bastante.

En este curso que terminó ahora fui seleccionada la mejor graduada integral. Para eso tuvieron en cuenta a la hora de dar la clase; yo siempre he tenido facilidad para la palabra. Siempre, como que desde bien pequeñita me ha gustado hablar cantidad.
Soy una persona súper, súper extrovertida. Y a la hora de comunicar soy muy expresiva y eso me ha ayudado bastante también a la hora de dar clase. Y eso fue en lo que más me destaqué a la hora de expresarme, a la hora de llevar el tema de clase y los procedimientos que usé y los medios de enseñanza y todo.
Sí, nosotros como maestros primarios tenemos que dar Lengua española, Ciencias naturales, que en este caso es El mundo en que vivimos. Ya ciencias naturales es a partir de tercer grado, sí. Matemática, Lengua española, Historia de Cuba, El mundo en que vivimos, Artes plásticas también, que eso ya es más para primer grado y así.
Y pues en general somos un poquito de todo. Los maestros primarios tenemos que dar de todo, tenemos que saber de todo y tenemos que tener una preparación no básica, sino ya un poco más de nivel porque los niños de hoy en día saben demasiado. Y ya tú no te puedes parar delante de un aula sin saber nada, así que ya tienes que saber un poquitico de todo.
Yo en las prácticas fui de segundo grado, tercero y cuarto. El primer grado es un poquito más complicado, es un poquito más complicado porque los muchachitos, los niños, como que vienen con eso de preescolar y quieren saber un poquito más y siempre te hacen preguntas de ¿por qué?…Sí, es complicado, es complicado porque ya a los niños a partir de los seis años se les empieza a despertar la curiosidad del por qué y ya no le puedes dar una respuesta superficial, lo básico, sino que tienes que explicarle más a profundidad pero tenemos que convencerles.
El maestro tiene que ser ejemplo, tenemos que darle valores y enseñarles que mire, si es blanco es blanco, no puede estar mintiendo y entonces nosotros también a la hora de darle respuesta sobre cualquier duda tenemos que enseñarle, instruirle que es la verdad siempre”.