Mayo Primero, con la Patria, en casa

Danelia, toma la bandera con fuerza en sus manos // Foto Denia Fleitas

¿Dónde está mi bandera, mamá? pregunta con tono inocente y la toma con fuerza entre sus manos. El símbolo patrio se eleva con la particular gracia a la espera de un canto, un sonido redentor cuya letra aún desconoce. Los acordes brotan de la televisión, y en firme ella también reverencia.

La tricolor de estrella solitaria le abraza, y junto a ella, a las varias generaciones que en casa protagonizamos otra jornada de fe y confirmación revolucionaria. Cual expresión genuina del sentido del momento histórico otro es el escenario de la alegría proletaria en esta isla caribeña.

La sala, el portal, los balcones y terrazas, la mesa de redacción, el puesto productivo, la unidad asistencial, testifican hoy el grito unánime de pueblo para aseverar la certeza de que Por Cuba, unidos venceremos.

Sabe que un nuevo coronavirus amenaza fuera, que permanecer en casa es la mejor manera de cuidarse y a los demás. Deja su huella en los carteles, disfruta al ver el contoneo sereno de la bandera enarbolada y al descubrir que viste sus colores, al escuchar cantar también a los vecinos. Desborda su sonrisa como partícipe de esta fiesta obrera con matiz hogareño. Suma la energía de su aplauso, como cada noche, a los vítores por la virtud de salvar vidas y sobreponerse al miedo, para aquellos miles de valientes que simbolizan la luz y la esperanza.

Quienes guardamos el recuerdo de Mayos precedentes, añoramos la sensación de andar las calles esparciendo reconocimientos, distinguiendo sacrificios, celebrando victorias; pero desde esta experiencia en aislamiento nos mantenemos fieles a los principios y convicciones, sintetizados de forma magistral en el concepto pronunciado por nuestro Fidel hace hoy 20 años.

Para ella este recuerdo es salvado en instantáneas. El Primero de muchos que señalan el respaldo a sus sueños, desde la libertad y la justicia.

Y como si antes hubiese asistido a un multitudinario desfile de Primero de Mayo, nos une a su grito: ¡Viva Cuba!, orgullosos de la Patria, agradecidos de la Revolución, de la obra creadora, salvadora, que sostenemos con el esfuerzo de nuestras manos.