Este miércoles en horas de la tarde fue registrada y protocolada ante el Tribunal Superior Electoral (TSE), máximo órgano electoral de Brasil, la candidatura del exmandatario Luis Inácio Lula da Silva, líder del Partido de los Trabajadores (PT), para las elecciones presidenciales del próximo 7 de octubre.
En la página oficial en Facebook del PT, su presidenta Gleisi Hoffman, publicó una imagen del registro y la firma de la oficialización y escribió: «Registro en manos! Ahora está oficial la candidatura de Lula en las elecciones 2018. #Lulaécandidato».
Después de marchar en tres columnas distintas por Brasil, durante cuatro días consecutivos, desde las primeras horas de este miércoles llegó a Brasilia la marcha campesina por «Lula Libre» convocada por el Movimiento de los Sin Tierra (MST) en respaldo a la excarcelación del líder obrero y en apoyo al registro oficial de Lula como candidato presidencial.
«No es suficiente registrarlo y tenerlo como candidato. Es necesario organizar al pueblo y construir el poder popular. Es con este poder popular organizado, junto con Lula presidente, que revertiremos lo que fue hecho en Brasil», aseveró el dirigente de la Dirección Nacional del MST, Gilmar Mauro.
A la cabeza de la movilización estuvo el exministro de Educación y exalcalde de Sao Paulo, Fernando Haddad, quien es el compañero de fórmula de Lula, informó TeleSur, y se sumaron también dirigentes sociales, sindicales, artistas y escritores, personalidades en general de diversos sectores del país que durante meses han estado apoyando la campaña.
De forma paralela, se llevaron a cabo diversas actividades en otras ciudades de la nación sudamericana para expresar su apoyo al exjefe de Estado.
«Muchos pensaron que no llegaríamos hasta aquí, pero junto con el pueblo vamos a inscribir la candidatura del expresidente para su tercer mandato», había señalado Gleisi Hoffman, en un comunicado difundido el pasado martes.
A propósito de la inscripción, la titular del TSE, Rosa Weber, declaró que la posible anulación de la candidatura del exmandatario Luiz Inácio Lula da Silva podía hacerse de «oficio» si apenas uno sólo de los jueces de ese cuerpo colegiado la rechazaba.
También la Procuradora General de La República había convocado a rechazar «todas las maniobras dilatorias» impulsadas por los candidatos ante el TSE, mientras que algunos juristas dan por sentado su invalidación argumentando la existencia de la Ley de Ficha Limpia, promulgada bajo el propio gobierno de Lula, mediante la cual se excluye de la carrera electoral a quienes hayan sido condenados en segunda instancia, como en su caso.
Aunque el TSE tiene hasta el 17 de septiembre para definir su veredicto sobre la candidatura, mucho se especula en la prensa brasileña sobre el tema, por lo cual el exalcalde de Sao Paulo, Fernando Haddad, solicitó que la candidatura fuese analizada con criterio y acusó a los adversarios de Lula y a los medios de comunicación de estar «ejerciendo presión».
Solo en las últimas semanas, a Luis Inácio Lula da Silva, de 72 años, se le han rechazado no solo varios recursos judiciales que solicitaban su excarcelación, sino también su presencia en el debate televisivo que protagonizaron los candidatos por los partidos contendientes.