Mujeres

Foto: Lilian Salvat
Foto: Lilian Salvat

Razón tenía José Martí cuando escribió: «Las campañas de los pueblos solo son débiles, cuando en ella no se alista el corazón de la mujer; pero cuando se estremece y ayuda, cuando la mujer, tímida y quieta de su natural, anima y aplaude, cuando la mujer culta y virtuosa unge la obra con la miel de su cariño la obra es invencible».

Así es la mujer fuerte y delicada, siempre presente en todos los procesos de la sociedad cubana, baluarte indispensable para el desarrollo social; y precisamente eso vio Vilma Espín Guillois, cuando ideó la fundación de una organización que ogrupara a todas las féminas de Cuba.

Desde entonces la Federación de Mujeres Cubanas ( FMC)se encarga de brindar apoyo al mal llamado sexo débil, a trabajar junto y a la par de ellas, siendo protagonistas en las más inesperadas tareas.

Esa convicción sobre el papel de la mujer la reiteró Fidel después del triunfo de 1959 cuando en un Congreso de la FMC enfatizó que: «las mujeres constituyen un verdadero ejército al servicio de la Revolución…La mujer es una Revolución dentro de la Revolución … Cuando en un pueblo pelean los hombres y pueden pelear las mujeres, estos pueblos son invencibles, y la mujer de este pueblo es invencible».

Imposible dejar de destacar la simultaneidad de la mujer entre su vida social y la familiar, donde es esposa, madre, abuela, hermana, tía, sobrina y amiga.

Sobre sus hombros pesa todavía la mayor parte de la educación de los hijos y del trabajo del hogar, a pesar del llamado a compartir esas tareas que la mujer asume con una sonrisa después de una jornada de trabajo igual a la de los hombres y para las cuales no existe jubilación.


Hoy a 64 años de creada su organización no sólo felicitamos a las mujeres sino que, junto con el beso, la flor y el aplauso, les mostramos nuestra admiración, cariño y respeto por el papel que han jugado, juegan y jugarán siempre, en la consolidación familiar.

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