«Dícese mujer, y se adivinan ternuras, abnegaciones», en una tierra donde la fragancia de lo sutil y sublime de estos seres complementa a la patria, sagrada como sus hijos.
En esa porfía femenina de ser y hacer a la Revolución, con sus virtudes, son 61 los años en que agrupadas en la Federación de Mujeres Cubanas (FMC) cumplen con los más inimaginables roles, y las de hoy se adosan a las que de estirpe de Mariana legan sus huellas al siempre.
En la expresión de la joven Nairys Pérez Pacheco, secretaria general de la organización en Manzanillo, se concentran los principios de «las federadas manzanilleras, que arribamos al aniversario 61 más unidas y comprometidas con nuestra Revolución, la cual es nuestro primer proyecto de igualdad, y de similar manera su defensa es nuestra primera misión.
«En este aniversario las manzanilleras alcanzamos el 92.8 de integración; y cumplimos tareas como el aporte a la Patria, logramos cifras significativas en el aporte voluntario, el 81 % de las federadas han cumplido con el pago de la finanza; las jóvenes que arriban a los 14 años se incorporan según pronóstico y voluntariamente a la organización.
«El trabajo en la comunidad para disminuir el embarazo en la adolescencia y los menores víctimas también ha sido prioridad en esta etapa, en la que se ha conmemorado cada fecha histórica cumpliendo con las medidas higiénico-sanitarias».
Acostumbradas a los retos, la estructura femenina pervive en acción a pesar de la circulación del virus de la COVID-19; son ellas protagonistas de las más heroicas batallas por la salud y la vida.
«La COVID indiscutiblemente ha transformado nuestros métodos de trabajo, en su mayoría nuestras dirigentes de base son de la tercera edad y son de alto riesgo, lo que nos ha hecho mantener el vínculo con ellas de forma individual, adoptando todas las medidas pertinentes, las actividades se han ido desarrollando en pequeños grupos incluyendo los propios procesos ideológicos que desarrollamos.
«Las federadas en esta etapa de contingencia epidemiológica hemos sido protagonista en todas las esferas, desde la producción de alimentos, como voluntarias en zona roja, como trabajadoras de la salud propiamente, las trabajadoras de los servicios que se han mantenido en sus puestos brindando las prestaciones de primera necesidad al pueblo.
«Nuestras brigadistas sanitarias han aportado en los consultorios médicos, aspecto en el que consideramos podemos aportar mucho más, han servido de mensajeras; nuestras delegadas del Poder Popular se han mantenido en primera línea aportando a la organización de la comunidad, nuestras mujeres creadoras han elaborado centenares de nasubucos que han sido donados a centros de aislamiento, hospitales; y nos preparamos de conjunto con todos los factores para el proceso de vacunación.
«Durante este año y más de pandemia hemos llevado el justo reconocimiento a los trabajadores de la salud, a los combatientes del MININT, a nuestros estudiantes universitarios que aportan el principal eslabón en la cadena de atención que es la pesquisa».
Al unísono han prestado atención a las acciones de sostenibilidad relacionadas con el mosquito Aedes Aegypti, como veladoras en barrios y comunidad por el bienestar colectivo; su obra incansable podría afirmarse que constituye, en las actuales circunstancias, una fuente de crecimiento para la organización y sus 51 mil 288 integrantes en la ciudad del Golfo de Guacanayabo.
«Lo constituye porque son momentos difíciles los que vive la Patria, esta que ha permitido que seamos mujeres dignas y es el momento, y lo será siempre que sea necesario, para crecernos ante la COVID-19, las limitaciones que nos impone el férreo bloqueo y las campañas subversivas que se ejercen contra nuestro país.
«Crecemos porque aún en circunstancias tan complejas avanzamos en la legislación que nos protege, se trabaja actualmente en el proyecto para el Código de las familias; desde el 8 de marzo de este año contamos con un Plan nacional para el adelanto de las mujeres que constituye un acuerdo presidencial con acciones precisas, atemperadas al modelo económico y social que desarrollamos».
Federadas, revolucionarias, comprometidas con un ejercicio patrio y hogareño, que les impulsa a sobreponerse al cansancio de la faena profesional para cumplir con amor y entrega sin par al rol de madres, hijas, esposas, y perfumar los espacios de nuestra isla caribeña.
«No es tarea fácil, pero por la Revolución siempre es poco lo que hacemos, se impone cuidarnos y todos los días tratar de aportar más e indiscutiblemente no podríamos sin el apoyo incondicional de la familia.
«Por ello envío la felicitación en este aniversario 61 a todas las federadas, en especial a nuestras fundadoras que iniciaron este lindo camino que disfrutamos hoy y que nos permite ser activas socialmente, protagonizar la obra inmortal de la que nos sentimos orgullosas».
Defensoras de una Cuba donde se erigen cual fortaleza y ejército, como acentuó el Comandante en Jefe Fidel Castro, de impresionante fuerza política, que hace a la Revolución sencillamente invencible, las mujeres cubanas se consagran y en ellas pulsa «el corazón de nuestra libertad».