Multiplicidad estilística en el Festival de Ballet de La Habana (+ Video)

Sacre, interpreta Catherine Zuaznábar // Foto: Ariel Cecilio Lemus

Convertida por estos días en la capital mundial de la danza, La Habana, que nunca duerme, lleva ya tres fines de semana con una intranquilidad inusual. Su gente se alista, cada noche, para un encuentro esperado por más de dos años. Tablas, luces, zapatillas: es el 27 Festival Internacional de Ballet de La Habana Alicia Alonso, en el que confluyen varios estilos danzarios a cargo de muchos de los artistas más significativos de dentro y fuera del patio. 

Al respecto, la primera bailarina Viengsay Valdés, directora general del Ballet Nacional de Cuba (BNC) y presidenta de esta edición, dijo: «Uno de los rasgos distintivos de esta fiesta cubana de la danza es la multiplicidad estilística; ello nos permitirá apreciar, junto a los grandes clásicos, las más diversas formas de asumir el hecho danzario. Esta amplitud resulta atractiva y enriquecedora, tanto para el artista como para el público. Por eso, por primera vez se suman al Festival valiosas compañías cubanas con diferentes poéticas interpretativas que, en cada presentación, ya sea en la Isla o en importantes escenarios extranjeros, revalidan el prestigio que ha alcanzado en nuestro país el arte de la danza».

Así, este fin de semana, el Teatro Nacional de Cuba abrió las salas Covarrubias y Avellaneda para acoger «una alentadora y hermosa confraternidad artística», al decir de Viengsay Valdés, validando que el arte hermana a los hombres y engrandece su espíritu. 

Con la certeza de que esta cita es una de las más reconocidas internacionalmente, a los conjuntos nacionales se sumaron los llegados de distintas partes del mundo, que nuestro público –conocedor como pocos de esta manifestación–, vitorea en cada entrega.

Las piezas más aplaudidas el viernes fueron los tangos del Buenos Aires Ballet, agrupación fundada en 2012, y con experiencia en nuestro Festival, pues participó en la 25 edición.

El sábado en la noche subió a escena la estrella del Béjart Ballet Lausanne, Catherine Zuaznábar, con Sacre, coreografía de Sandra Ramy, en una aproximación al polémico y revolucionario ballet La consagración de la primavera

También sobresalieron Carmen, con la primera bailarina del BNC, Sadaise Arencibia, y el bailarín principal, Ányelo Montero; Five variations on a theme, por Joaquín de la Luz, de la Compañía Nacional de Danza, de España; Cygne, una nueva versión de La muerte del cisne, con la interpretación de Yolanda Correa, del Staatsballet Berlín, y Marianne Martínez, alumna de la Escuela Nacional de Ballet Fernando Alonso; y La hora novena, por el BNC.

Además, se presentaron piezas a cargo de artistas de Acosta Danza, del Ballet am Rhein, del Ballet de Washington, de la Compañía Sara Calero, entre otros.

«Los días del festival son emocionantes por toda la pasión y energía que concentran en los salones de clases y ensayos (…) compartimos espacio y experiencia. Nadie que esté relacionado con el Festival deja de contagiarse con su euforia, de manera especial nuestro público, siempre entusiasta, conocedor y exigente», aseguró la presidenta del encuentro y discípula de la prima ballerina assoluta.