Para cualquier miembro de la salud pública cubana cumplir una misión internacionalista es la posibilidad de brindar ese valor de la solidaridad al más necesitado y a quien pide ayuda, como estamos acostumbrados a hacer todos los que habitamos nuestra isla.
Esta acción toma un valor extraordinario cuando la realiza una mujer, porque ellas tienen que desprenderse por un tiempo de su familia, sus hijos, el hogar, para cumplir con la más noble de las tareas que es llevar la salud al pueblo.
La mujer cubana ha demostrado en cualquier momento que son un soporte fuerte para el mantenimiento de nuestras conquistas, y que con ellas se pueden contar para cualquier actividad.
Así lo demuestra el testimonio de la manzanillera Vildania Vázquez Jiménez, estadística del policlínico número tres René Vallejo Ortiz quien asumió por primera vez el reto de desempeñar su labor en la hermana República Bolivariana de Venezuela.
Desde el 15 de junio de 2017, que partió su vuelo hacia esa nación latinoamericana, y hasta el 19 de julio de 2020, esta especialista cumplió su misión en la parte oeste del estado de Miranda, como estadística de salud.
«Mi labor se desempeñaba fundamentalmente en los Centro de Diagnósticos Integral (CDI) donde debíamos llevar todas las informaciones de los servicios de estas instituciones médicas en sus cuerpos de guardias, los departamentos de Rayos X, ultrasonidos, las salas de rehabilitación, odontología», dice Vildania.
«Esta fue mi primera misión y constituyó una experiencia muy bonita donde de verdad adquirí otras herramientas muy positivas para realizar mi trabajo», expresó.
Durante los últimos meses en Venezuela Vildania se unió al combate directo contra la COVID-19 en las comunidades de Miranda. «Para la prestación de servicios estuve rotando por varios CDI donde tuve que hacer muchas visitas. En las pesquisas diarias activas tuvimos que recorrer los barrios venezolanos de lunes a domingo, fueron en total 26 comunidades».
«Allí nos dirigían un equipo de jefes de comunidades venezolanas, las responsables de calles, todos los líderes y los milicianos miembros de la guardia nacional venezolana, pues los cubanos no podíamos ir solos a esas pesquisas. Estas mismas personas que nos acompañaban tocaban las puertas, nos presentaban y uno comenzaba a realizar las entrevistas con mucha protección, con los guantes, nasobucos y realizábamos las pesquisas fuera de las casas».
«En estas visitas a los barrios ofrecimos charlas sobre el uso correcto de la mascarilla, el cumplimiento de la higiene con el lavado constante de las manos y el cumplimiento de las medidas de protección», señala esta manzanillera.
«Mi trabajo no fue difícil en verdad ya que los estadísticos en una misión nos dedicamos a aportar muchos datos porque este trabajo constituye el corazón de un CDI. Varios líderes venezolanos necesitaban el aporte de nuestros datos».
«Mi primera experiencia en esta misión fue en un CDI quirúrgico y los responsables de las comunidades iban a buscar las estadísticas de las cirugías y yo les aportaba esos datos. En las pesquisas también ofrecíamos los apuntes a las alcaldías, a los jefes de las comunidades, del propio estado», agregó.
– ¿Con estas experiencias consideras que al personal de la salud cubano se le puede llamar esclavos como dice una campaña mediática que existe contra nuestro país?
– No, esclavos no somos. Nosotros lo que ofrecemos es mucha solidaridad al pueblo y al país que lo necesite, tanto Venezuela como en el mundo entero, pero no somos esclavos, yo no lo sentí así».
-¿Está dispuesta Vildania para cumplir otra misión?
– «Claro, donde se me llame, aunque los estadísticos sólo vamos a Venezuela fundamentalmente».
Esta valiente mujer fue una de las manzanilleras que durante los primeros días del presente mes se le detectó la presencia en su cuerpo del nuevo coronavirus Sars-Cov-2, que la contagió con la COVID-19. Ella ya está en casa recuperándose luego del alta médica orientada por los médicos del hospital provincial Celia Sánchez Manduley de Manzanillo, al mantenerse sin síntomas y negativa a las últimas pruebas que confirmaron el restablecimiento de su salud.
Una vez que termine su período de vigilancia y el mes de las vacaciones correspondiente comenzará su acostumbrada labor en el policlínico René Vallejo Ortiz.
