
Manzanillo. Abril 16.- Desde hoy y hasta el próximo 19 del presente mes la isla latirá con más fuerza en el corazón de sus hijos, al desarrollarse uno de los eventos más importantes de la nación, el Congreso del Partido Comunista de Cuba (PCC), ahora en su octava edición.
Y es que este será el cónclave de la continuidad, porque luego de sus sesiones finales en el Palacio de Convenciones de la Habana, nuevos rumbos y derroteros le corresponderá asumir a esta Patria, ahora en manos de sus hijos, como muestra de la confianza de la generación histórica de la Revolución hacia los pinos nuevos, que tendrán en sus manos la oportunidad de demostrar una vez más lo que siempre dijo Fidel cuando expresó, que sobre los hombros de la juventud se pueden depositar grandes obras.
Esta será sin dudas una cita histórica que se recordará siempre como aquel cónclave en el que se comenzó el tránsito paulatino y ordenado de las principales responsabilidades del país a las nuevas generaciones. Así se evidencia que nuestra esencial obra no se limita sólo para los que la llevaron a su triunfo sino a todo aquel que sienta la necesidad de cuidarla, protegerla, salvarla y sobre todas las cosas continuarla viva.

Esta cita será un escenario oportuno para que los presentes en ella realicen una actualización de nuestra estrategia de resistencia y desarrollo. En la que también se analizarán importantes asuntos para el presente y futuro de la nación, entre ellos se encuentra la actualización de la Conceptualización del Modelo Económico y Social Cubano de Desarrollo Socialista.
Igual estará el debate de los resultados de la implementación de los Lineamientos de la Política Económica y Social del Partido y la Revolución, y no faltará el intercambio sobre el vínculo del Partido con las masas, su funcionamiento y otros necesarios temas de la organización.
El cónclave posibilitará además demostrar que nuestro Partido, único, martiano, fidelista, marxista y leninista, tiene la alta responsabilidad de la preservación de la unidad, esa que siempre nos ha permitido la victoria ante cualquier situación.
A seis décadas de aquel abril que nos dió la primera derrota del imperialismo yanqui en América Latina, este será también otro victorioso Girón, porque ante tanta presión y hostilidades defenderemos lo más preciado con que contamos, nuestra firme UNIDAD; además, la enérgica convicción de continuar bajo la guía de un sólo partido, no necesitamos más que quieran dividirnos.
Así haremos digno tributo al Apóstol fundador de aquel partido revolucionario que hoy mantenemos como comunista, y a las palabras del eterno líder de la Revolución cubana al valorar la significación del partido fundado por el Maestro.
Ya lo dijo Fidel: «Martí hizo un partido-no dos partidos, ni tres partidos, ni diez partidos-, en lo cual podemos ver el precedente más legítimo del glorioso Partido que hoy dirige nuestra Revolución: el Partido Comunista de Cuba, que es la unión de todos los revolucionarios, que es la unión de todos los patriotas para dirigir la Revolución y para hacer la Revolución, para cohesionar estrechamente al pueblo».
Desde hoy y hasta el próximo lunes el Octavo Congreso del PCC nos dará otra oportunidad de mostrarle al mundo que frente al imperio que pretende doblegarnos, humillarnos y mancillarnos, nos creceremos y nos sobrepondremos a las dificultades que tengamos y las que puedan venir por muy difíciles que sean.
Porque nuestro pueblo es de acero forjado por nuestros mambises, por los rebeldes y los revolucionarios que lucharon por nuestra propia libertad, que disfrutamos hace 60 años. Este encuentro de los comunistas cubanos proclamará una vez más nuestra eterna confianza de la Continuidad y la Victoria.
