Nuevo código de trabajo a consideración colectiva

Imagen ilustrativa
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Desde el próximo 8 de septiembre, los centros de trabajo de toda Cuba se convertirán en el epicentro de un ejercicio democrático crucial: el proceso de consulta popular del anteproyecto del nuevo Código de Trabajo.
Esta no es una mera formalidad, es la oportunidad para que la voz de cada trabajador y empleador contribuya directamente a moldear la ley que regirá las relaciones laborales en la isla, en un contexto económico y social profundamente transformado.
El documento sometido a consideración representa la mayor actualización de la legislación laboral cubana.
Su propuesta va desde la ampliación explícita de su ámbito de aplicación, extendiendo derechos y obligaciones al dinámico y creciente sector no estatal. Al reconocer legalmente a las MIPYMES, cooperativas y otros formas de gestión como empleadores con plenas responsabilidades, el anteproyecto busca saldar una deuda de claridad jurídica y ofrece, en teoría, la misma protección a un trabajador de una empresa estatal que a uno de un negocio privado.
La norma introduce avances significativos en sintonía con los tiempos. El reconocimiento del empleo del cuidador, una figura esencial para el sustento de familias y para el propio Estado, le otorga estatus laboral y derechos. Asimismo, la consagración del teletrabajo y el derecho a licencia para el cuidado de dependientes responden a la necesidad urgente de conciliar la vida profesional con la personal.
Sin embargo, la letra del anteproyecto también deja abiertos interrogantes prácticos que sin duda serán foco del debate en los colectivos, el éxito de esta ley no se medirá por su redacción, sino por su aplicabilidad efectiva en el día a día.
Por todo ello, el proceso de consulta que inicia este 8 de septiembre se erige como un momento cívico de gran importancia. No es un trámite, sino el espacio para expresar de manera directa nuestras opiniones, perfeccionar la norma, exigir precisiones y construir, entre todos, un consenso sobre el tipo de relaciones laborales justas y modernas que Cuba necesita para su presente y su futuro. La convocatoria está hecha: a leer, debatir y participar.


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