Manzanillo. Diciembre 14.- Ubicado en la céntrica Avenida Primero de Mayo, el Parque Zoológico Infantil Bartolomé Masó se mantiene como una de las mayores atracciones para visitantes de todas las edades en la ciudad del golfo de Guacanayabo.
Aunque enfrenta a diario limitaciones, sus 47 trabajadores y aliados despliegan creatividad para mantener vivo el encanto del lugar, especialmente para los niños.
Rosario Calviño Garriga, Jefa comercial del parque, detalló que las instalaciones abren de miércoles a domingo, desde las nueve de la mañana hasta las cinco de la tarde. “Los fines de semana, especialmente sábados y domingos, son los días de mayor afluencia, cuando las familias aprovechan para compartir en este entorno”, explicó.


Uno de los mayores retos actuales, según Calviño, es la inestabilidad en el suministro eléctrico, que afecta el funcionamiento de atracciones emblemáticas como el Carrusel, muy popular entre los más pequeños. Sin embargo, la colaboración con Trabajadores por Cuenta Propia ha permitido paliar la situación.
“Con la cooperación de algunos Trabajadores por Cuenta Propia (TCP), logramos amenizar la estancia con música infantil desde sus equipos particulares, creando así un ambiente de alegría ”. Además explicó que dentro del Parque se encuentra el Ranchón – Cafetería El Antílope, donde se comercializan confituras y otros productos, ofreciendo un servicio adicional a los visitantes.
La vocación educativa del parque también es una prioridad, ya que mediante un convenio con el sector educacional, el proyecto Mundo de Colores lleva cada mes a estudiantes de escuelas primarias de la ciudad para realizar visitas guiadas y actividades de aprendizaje sobre la fauna y la conservación. “Es una forma de conectar a los niños con la naturaleza y fomentar su curiosidad”, afirmó.
Enfatizó, además en dos aspectos que considera vitales para la sostenibilidad del lugar. Por un lado, la disciplina de los visitantes dentro de las instalaciones, respetando las áreas, la vegetación y las normas de convivencia, es crucial para preservar el espacio para todos.

Por otro lado, y de suma importancia, subrayó el cuidado y el respeto hacia los animales que habitan en el zoológico. “Estos no son juguetes; son seres vivos que requieren atención especializada y un trato compasivo. Educar a los niños, y recordar a los adultos, sobre la importancia de no maltratarlos, no alimentarlos sin supervisión y observar sin alterar su tranquilidad, es parte de nuestra misión fundamental”.
Desde su creación en 1925 este Parque busca mantener su misión; cautivar a los niños a través de exhibiciones accesibles, entornos que fomentan el juego y un contacto respetuoso con la fauna, y así las nuevas generaciones aprendan a valorar la diversidad animal y la naturaleza.
