Pedro Antonio Fuentes, un legado de pasión y gloria en el deporte

Foto: Samantha Cabrera
Foto: Samantha Cabrera

En este aniversario 64 del Instituto Nacional de Deportes, Educación Física y Recreación (INDER), celebramos a un hombre que trascendió los límites de su disciplina.
Pedro Antonio Fuentes Lafuente no es solo un campeón, es un testimonio vivo del espíritu deportivo cubano. Su dedicación inquebrantable y su pasión por el levantamiento de pesas lo llevaron a conquistar escenarios nacionales e internacionales.

Periodista: ¿Cómo y cuándo se inicia en el deporte?
Antonio Fuentes Lafuente: Un amigo me introdujo a este mundo de fuerza y disciplina. Su entusiasmo me inspiró a dar mis primeros pasos en la plataforma, marcando el inicio de una trayectoria que transformaría mi vida y me llevaría a alcanzar metas que jamás imaginé. Mi camino en el levantamiento de pesas comenzó en el año 1970, en el municipio de Florida, Camagüey.

P: ¿Cuáles han sido sus mayores logros y satisfacciones a lo largo de su carrera?
AFL: Mis mayores logros deportivos representan hitos fundamentales en mi trayectoria y reflejan el fruto de años de dedicación, esfuerzo y pasión por el deporte. Primeramente ser Campeón de los Juegos Juveniles de la Amistad, representó la superación de desafíos iniciales y el desarrollo de habilidades clave, fue un momento de gran orgullo personal y una motivación para alcanzar metas aún mayores.
Alcanzar el sexto lugar en la Olimpiada de Montreal, Canadá, este resultado me permitió representar a mi país, y mostrar al mundo mis capacidades.
Cada uno de estos logros tiene un valor incalculable para mí. No solo representan victorias deportivas, sino también momentos de crecimiento personal, aprendizaje y superación. Me enseñaron la importancia de la disciplina, el trabajo en equipo y la perseverancia. Y me inspiraron a seguir persiguiendo mis sueños y a dar lo mejor de mí en cada desafío.

Foto: EcuRed

P: ¿Cuáles han sido los momentos más difíciles o desafiantes de su carrera deportiva? ¿Y cómo los superó?
AFL: Mi experiencia en el año 1976, es un claro ejemplo de la resiliencia y el espíritu de lucha que caracterizan mi carrera deportiva. Enfrentar una lesión en un momento crucial, fue un desafío enorme. El apoyo de mi padre y mi entrenador, Manuel Suárez, fue fundamental en mi proceso de recuperación, su guía y aliento me dieron la fuerza necesaria para seguir adelante y no rendirme. A pesar de la lesión, logré formar parte del equipo olímpico.

P: ¿Qué consejo le daría a los jóvenes que aspiran a convertirse en atletas o entrenadores?
AFL: Les diría que el camino del deporte, ya sea como atleta o entrenador, exige tres cosas fundamentales: disciplina, pasión y valentía.
La disciplina es levantarse temprano, entrenar duro, cuidar el cuerpo y la mente, y nunca rendirse ante la adversidad, es la capacidad de seguir un plan, de respetar las reglas y de mantener la concentración incluso cuando las cosas se ponen difíciles.
La pasión es lo que te impulsa a dar lo mejor de ti, a superar tus límites y a disfrutar cada momento del camino.
El deporte exige coraje, determinación y espíritu de lucha. Hay que atreverse a enfrentar los desafíos, a tomar riesgos y a salir de la zona de confort. La valentía es lo que te permite crecer, aprender y convertirte en un mejor atleta o entrenador.


P: ¿Qué significa para usted este aniversario del INDER?
AFL: Para mí, el INDER representa mucho más que una simple institución deportiva. Es el corazón del deporte en nuestra país, el lugar donde se forjan los sueños y se cultivan los talentos que nos llenan de orgullo. Fue el Comandante quien tuvo la visión de crear este gigante, un legado que ha trascendido generaciones y que perdurará por siempre.
Hoy, como gloria deportiva, me siento honrado de ser parte de esta historia, de haber sido testigo y protagonista de los logros que hemos alcanzado gracias al INDER. Y estoy seguro de que este legado continuará inspirando a las futuras generaciones de deportistas, que seguirán llevando el nombre de Cuba a lo más alto del podio.


La figura de Pedro Antonio Fuentes Lafuente se erige como un símbolo de superación y tenacidad.
Su trayectoria, marcada por el esfuerzo y la entrega, ejemplifica los valores que el deporte cubano promueve.
Su relato, repleto de logros y adversidades superadas, destaca la importancia de la perseverancia y el espíritu de lucha.

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