
En Manzanillo, el 12 de mayo resuena con un eco particular, un reconocimiento profundo a las enfermeras y enfermeros que dedican sus vidas al cuidado de la salud en esta ciudad costera; en el marco del Día Internacional de la Enfermería, aquí se celebra no solo la vocación, sino la resistencia y el compromiso inquebrantable de estos profesionales, especialmente cruciales en el contexto actual.
Las enfermeras de esta ciudad del Golfo son la columna vertebral del sistema de salud local. Desde el Hospital Celia Sánchez Manduley hasta los consultorios médicos de la familia diseminados por la ciudad y las comunidades rurales aledañas, su presencia es fundamental para garantizar el acceso a la atención médica.
Son ellas quienes brindan los primeros auxilios, administran los tratamientos, educan a la población sobre prevención de enfermedades y ofrecen un apoyo emocional invaluable a los pacientes y sus familias.
El compromiso de las enfermeras manzanilleras va más allá de la mera ejecución de tareas; se manifiesta en su calidez humana, en su disposición a escuchar, en su capacidad para brindar consuelo y esperanza en momentos difíciles.
Conocen a sus pacientes por nombre, se involucran en sus vidas y se preocupan por su bienestar integral; esta cercanía y este compromiso hacen la diferencia, especialmente en una comunidad como esta, donde los lazos sociales son fuertes y el sentido de pertenencia es profundo.
Este día de la enfermería en la novia del Guacanayabo se celebra en un contexto marcado por desafíos significativos, la crisis económica que afecta a Cuba, agravada por el recrudecimiento del bloqueo, impacta directamente en el sistema de salud, generando escasez de medicamentos, insumos y equipos.
Las enfermeras enfrentan estas dificultades con ingenio, creatividad y un espíritu de sacrificio admirable, recurren a soluciones alternativas, optimizan los recursos disponibles y se apoyan mutuamente para superar las limitaciones.
Llegue este homenaje a esos profesionales incansables, reconociendo su invaluable contribución a la salud y el bienestar de la comunidad, hoy se celebra su vocación, su compromiso, su profesionalismo, humanismo y su resistencia.
Se les agradece por su dedicación, su sacrificio y entrega incondicional; su ejemplo inspira a las nuevas generaciones de profesionales de la salud a seguir sus pasos y a contribuir al bienestar social. El pueblo de Manzanillo, agradecido, reconoce en sus enfermeras y enfermeros verdaderos héroes y heroínas de la salud.