
Quito, 23 dic (Prensa Latina) Ciudadanos de Ecuador se movilizaron hoy para exigir respuestas por los cuatro niños desaparecidos en Guayaquil hace 15 días, mientras la Fiscalía allanó la Base Militar de Taura, a donde pertenecen militares vinculados al caso.
El acceso a la Plaza Grande, en el Centro Histórico de Quito, y los alrededores del Palacio de Carondelet, sede del Ejecutivo, estaban vallados este lunes, cuando manifestantes llegaron para expresar su descontento frente a lo ocurrido a los menores.
«De terror, de terror, el gobierno de cartón», fue la consigna pronunciada por los activistas de derechos humanos y ciudadanos en general que se plantaron en las inmediaciones de la sede gubernamental.
Mientras, en Guayaquil, decenas de ecuatorianos indignados protestaron en las afueras de la Fiscalía bajo el grito “Vivos se los llevaron, vivos los queremos”.
La mañana de este lunes, el ministro de Defensa, Gian Carlo Loffredo, reconoció que los niños fueron detenidos por militares, porque habrían cometido un delito.

Loffredo, que no asistió al llamado del legislativo a dar explicaciones sobre lo ocurrido, mencionó en entrevista con un medio local que existe un informe que refiere cómo una patrulla militar, con 16 miembros, aprehendieron a los niños, porque presuntamente robaron a una mujer.
La Fiscalía junto a la Policía Nacional allanaron, la madrugada de este 23 de diciembre, la Base de Taura, a donde pertenecían los uniformados implicados.
Los hermanos Josué e Ismael Arroyo, así como Saúl Arboleda y Steven Medina, de entre 11 y 15 años de edad, desaparecieron el pasado 8 de diciembre en Guayaquil y testigos vieron que hombres con uniformes militares y policiales se los llevaron en una camioneta.
Desde ese momento se desconoce su paradero y existen cuestionamientos a las instituciones castrenses por un presunto uso indebido de la fuerza.
El jefe del Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas, Jaime Vela, anunció en la noche del sábado la conformación de un Tribunal de Disciplina de las Fuerzas Armadas para determinar responsabilidades dentro de las leyes y reglamentos militares.
El Comité Permanente por la Defensa de los Derechos Humanos de Guayaquil presentó una acción de protección y pidió la actuación urgente del grupo de trabajo de desaparición forzada de la Organización de Naciones Unidas (ONU).
El presidente ecuatoriano, Daniel Noboa, sugirió hoy que los cuatro niños “sean considerados como héroes nacionales”, pero no tratar lo ocurrido como una desaparición forzada y rechazó que se busque llamarlo “crimen de Estado”.
La desaparición de los menores tiene lugar en medio de la crisis de seguridad en Ecuador y en el contexto de un estado de excepción que autoriza al Ejército a realizar operativos en las calles, lo cual ha puesto bajo la lupa la participación de aparentes uniformados en actos ilegale