Como respuesta a las pretensiones del Ejecutivo norteamericano para imponer un gobierno paralelo en la nación, Maduro proclamó la ruptura de los nexos diplomáticos y políticos ante una congregación revolucionaria concentrada en el Palacio de Miraflores (sede del Ejecutivo).
‘Llamo al pueblo aguerrido y combatiente a estar alertas, dedicados por una parte al trabajo y al estudio, y por la otra, movilizados para defender la estabilidad de la Patria. ¡Ni golpismo, ni intervencionismo, Venezuela quiere paz!’, escribió más tarde el mandatario en su cuenta en Twitter.
Washington prevé una operación de golpe de Estado con un gobierno títere en Venezuela, denunció el mandatario luego de que el presidente Donald Trump reconociera a Juan Guaidó, diputado de la Asamblea Nacional (AN), en desacato desde 2016, como presidente encargado del país.
Durante una marcha convocada por la oposición de la nación, Guaidó, también integrante del partido de derecha Voluntad Popular, aseguró que asumiría las competencias del Ejecutivo Nacional como ‘presidente encargado’.
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