Prevención para un futuro mejor

Liz Sofía cumple con las medidas para un futuro mejor // Foto Lilian Salvat Romero

Liz Sofía sólo lleva los ojos fuera, su cara va tapada por un tapaboca; es un tiempo inusual, la COVID-19 amenaza, provocó que el curso escolar fuera detenido por cinco meses y ahora retoma sus actividades pero esta vez con una serie de medidas que garanticen la salud escolar sin contagios de esta nueva enfermedad que cobra la vida a miles de personas por todo el orbe.

La pequeña aún no concluye su primer grado y ya sabe cómo protegerse de esta pandemia, en su escuela primaria José de la Luz y Caballero, sus maestros le explican la importancia de cumplir estrictamente con los requerimientos que el ministerio de salud pública cubano dictaminó.

Diego Luis Suárez Cedeño, estudiante de la escuela primaria José de la Luz y Caballero. // Foto Lilian Salvat Romero

En tanto en el grado sexto de este plantel educativo Diego Luis Suárez Cedeño nos explica qué están haciendo para protegerse dentro de la institución educativa: “desde que llegamos, antes de entrar, nos desinfectan las manos, en la puerta principal hay ubicado un baño podálico por el cual nos exigen pasar; es obligatorio usar nasobuco dentro de la escuela así como cambiarlo cada tres horas aproximadamente».

«Estamos sentados con el distanciamiento requerido y a la hora de retirarnos a la casa lo hacemos de forma escalonada y de uno en uno para evitar aglomeraciones en la salida”.

Maciel María Darrega, se siente segura de estudiar en una escuela cubana.// Foto Lilian Salvat Romero

Maciel María Darregal comparte el criterio de su compañero de aula y agrega que “en los turnos de clase los profesores nos insisten en la importancia del cumplimiento de todos las medidas de higiene, nosotros transmitimos estas enseñanzas a nuestros familiares en el hogar para cuidarnos en todo momento y no ser contagiados con esta enfermedad».

«Al salir del aula las auxiliares higienizan todos los puestos con sustancias desinfectantes; yo me siento muy segura aquí, el riesgo solo está donde no cumplen con lo indicado”.

Felicia Naranjo es la jefa del segundo ciclo de este centro educacional, ella minuciosamente cada mañana verifica que todos desempeñen su trabajo bien, no solo metodológicamente sino con las normas de higiene.

“Somos bastante exigentes en este aspecto, lo primero que se comprueba es que cada maestro y demás personal que labora aquí traiga su nasobuco puesto y los que necesite para cambiárselos, así también con las sustancias de desinfección que debe tener cada aula, el paso podálico correctamente ubicado y como debe ser, que los niños al entrar al centro usen su cubrebocas».

Felicia Naranjo, es la jefa del segundo ciclo de este centro educacional./Foto Lilian Salvat Romero

«A la hora del lavado de las manos tenemos identificado unos 75 estudiantes alérgicos y no pueden usar el hipoclorito de sodio, para estos casos tenemos agua jabonosa o algunos traen su propia sustancia, pero no dejamos entrar a ninguno ni con sintomatología respiratoria, ni que no cumpla con todo lo que se estableció».


Si todo marcha como está planeado en el mes de noviembre Liz Sofía estará en segundo grado; Diego y Maciel irán a una enseñanza nueva y la pelea a la COVID-19 se continuará ganando, para eso es necesario no descuidar ninguna de estas medidas que son vitales; en tanto Soberana 01 no termine su ensayo clínico que demuestre su capacidad de inmunizar contra esta pandemia, la mejor vacuna que tenemos es la prevención.

Se cumplen las medidas higiénico sanitarias. //Foto Lilian Salvat Romero
El lavado constante de las manos , una de las medidas higiénico sanitarias establecidas.// Foto Lilian Salvat Romero
Uso del nasobuco obligatorio// Foto Lilian Salvat Romero