¡Qué corazón ha dejado de latir!

Fidel Castro

Como un trueno en la distancia llegó la noticia pasada la media noche de este viernes; quienes estaban frente al televisor momentáneamente creyeron que estaban soñando, mejor dicho que era una pesadilla; solo la inconfundible voz del General de Ejército Raúl Castro hizo reparar que era real la información al pueblo de Cuba.

Hoy, 25 de noviembre, a las 10:29 horas de la noche falleció el Comandante en Jefe de la Revolución Cubana,  Fidel Castro Ruz, así daba la noticia el primer secretario del Comité Central del Partido Comunista de Cuba y presidente de los Consejos de Estado y de Ministros.

Para quienes se han ganado el amor y el sentimiento de la humanidad toda, la inmortalidad parece destinada.

Como expresó el propio General de Ejército al constituirse la   Asamblea Nacional del Poder Popular en el 2008 para un nuevo período de mandato: “El Comandante en Jefe de la Revolución es uno solo, Fidel es Fidel. Fidel es insustituible.”

Fidel está ahí, como siempre con la mente bien clara y la capacidad de análisis y previsión más fortalecidos, aseguró Raúl en aquella ocasión, en la que también explicó que su capacidad física no le permitía dedicar horas y horas como siempre lo había hecho, sobre todo en los años de período especial en que no se permitió un instante de vacaciones.

El eterno Comandante en Jefe continuará siendo siempre el guía de esta Cuba, enlutada desde hoy; porque Fidel -ese nombre de apenas cinco letras- más que sustantivo, es verbo de acción, es un gigante de la historia que en su cotidiano andar tuvo tanta voluntad como deseo.

Este 25 de noviembre se ha ido físicamente, pero se queda por siempre y nadie se atreve a despedirlo, mucho menos cuando José Martí, el más universal de los cubanos, sentenció que la muerte no es verdad cuando se ha cumplido bien la obra de la vida.

Entonces no es posible decirle adiós, sino ¡Hasta la victoria siempre, Comandante!.