Manzanillo. Septiembre 18.- La Avenida Primero de Mayo es una de las más importante de la ciudad del Golfo de Guacanayabo, y escenario principal de acontecimientos culturales de la urbe, cuya imagen se transforma como parte del despliegue constructivo en saludo a los 150 años del primer grito libertario de la nación cubana, liderado por el Padre de la Patria en La Demajagua.
El accionar ha llegado hasta los portales que le engalanan por su valor patrimonial y riqueza arquitectónica, con un grado de deterioro que además de restarle elegancia suponen peligros para los habitantes y transeúntes.
El primero, de los nueve portales con columnas de alto puntal, con más de cinco metros de alto, previstos dentro de la renovación, ya muestra sus beneficios tanto en el orden estético como en el confort para los vecinos como Julio César Fernández Guerrero, habitante de una de las viviendas localizadas entre las calles Caridad y San Silvestre, quien valoró la labor de los constructores y el aporte de los residentes.
“Es un viejo anhelo hecho realidad hoy, para satisfacción de todos nosotros. Ahora sí va quedando lindo, muy pronto podremos sacar los balances al portal para disfrutar de la brisa que nos llega del mar».
La preservación de los elementos identitarios de los portales corridos, particularmente de las columnas del orden dórico con fuste estriado y mayor fortaleza, ha sido voluntad del territorio, explicó José Enrique Remón Domínguez, presidente de la Asamblea Municipal del Poder Popular de Manzanillo.
«Vamos a terminar dos portales para el 10 de octubre, día del estallido independentista a solo 13 kilómetros de aquí; luego continuaríamos con otros dos y el resto para el año que viene. Estos van a quedar mucho mejor con elementos arquitectónicos más actuales y duraderos como el hormigón y el acero, y una cubierta resistente».
«Esta es la avenida interna más importante de la ciudad, de ahí la trascendencia de acometer estas labores: recuperar los portales es darle vida a estas edificaciones con más de cien años”.
Ejecutados por brigadas del sector no estatal, implicó hacer nuevos el basamento, las columnas, los techos, arquitrabe y pretil; incluirá además la sustitución del piso y la pintura de las fachadas de las casas.
Los equipos, destacó Remón Domínguez, son asesorados por la Oficina de Patrimonio y tiene asesores voluntarios, “a los cuales no le remuneramos ese trabajo, lo hace por compromiso con la ciudad para ayudar a la revitalización de sus edificaciones, arquitectos e ingenieros muy preparados que velan por el cuidado patrimonial de los inmuebles».
Igualmente ponderó el hacer de los hombres y mujeres que allí moran, y agradeció el apoyo y la colaboración de los especialistas de la Oficina del Historiador de La Habana, con experiencia en la salvaguarda de los valores patrimoniales de estructuras antiguas.
El portal del emblemático Bar Daiquirí fue el primero en recibir los cambios, acorde a este programa y de la restauración del inmueble, del cuyas acciones se encarga una brigada de la Empresa del Arte Holguín dirigida por Miguel Montero.
Con más de dos meses de trabajos, se prevé esté listo para el 28 de septiembre, y el mismo ofrezca servicio de bar, y alimentos ligeros, en el horario nocturno, con ocho mesas, área de lunch, cocina, baños, que permitirán recobrar el prestigio a una de las primeras en prestar servicios gastronómicos en la urbe, explicó Bárbara Rodríguez Pacheco, directora adjunta del Grupo Empresarial de Comercio en Granma.