Rieles que tejen la Historia de Manzanillo

Foto: Claudia Sánchez
Foto: Claudia Sánchez

Hoy se cumplen 116 años de un silbido que cambió para siempre el ritmo de esta porción suroriental de Provincia Granma, cuando en 1909 el primer convoy de prueba recorrió tramo de hierro que enlazaría a Manzanillo con el poblado de Yara.

Más de un siglo después, esos mismos rieles, ya oxidados por el tiempo y repuestos por el esfuerzo, continúan siendo vitales.

A principios del siglo XX, la conclusión de esta obra fue mucho más que un triunfo de la ingeniería, fue la materialización de un anhelo colectivo, ya que Manzanillo como puerto clave del Golfo de Guacanayabo, padecía de aislamiento relativo. Era entonces el ferrocarril la promesa de progreso de la caña de azúcar, la sal y el ganado.

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Sin embargo, estos rieles pronto se convertirían en escenario de un capítulo trágico de la historia nacional, en nuestra estación el 22 de enero de 1948, cayó asesinado el líder obrero Jesús Menéndez Larrondo, el General de las Cañas. Su lucha por los derechos de los trabajadores azucareros quedó sellada con sangre en el mismo lugar que simbolizaba el progreso económico por el que él pugnaba.

Hoy, un Monumento Nacional erigido en el ferrocarril custodia su memoria, recordando que estas vías fueron escenario de ideas y sueños.

Muchas han sido las vicisitudes y afectaciones que han obstaculizado el funcionamiento correcto de estas vías, el ejemplo más reciente sucedió en el mes de octubre de este año, cuando el huracán Melissa descargó su fuerza sobre la provincia, y la infraestructura ferroviaria se vió afectada, reportando 21.5 kilómetros de vías dañadas, con 15.5 km en la línea de Bayamo y 6.0 km en el ramal de Manzanillo; provocando que la conexión férrea con La Habana, ya de por sí vital, quedaba severamente fracturada.

Foto: Claudia Sánchez

La respuesta no se hizo esperar y fue un ejemplo de movilización urgente. Más de 200 trabajadores, entre operarios de vías, miembros del Ejército Juvenil del Trabajo y decenas de técnicos, se lanzaron a la reconstrucción permitiendo que se restableciera el servicio en diciembre, reconectando a Manzanillo y a toda Granma.

Hoy, más de 100 años después de aquel primer viaje de prueba, el ferrocarril de Manzanillo es un símbolo de identidad y resistencia. Ha sobrevivido al paso de las décadas, a los embates de la naturaleza y ha sido testigo –y a veces protagonista– de la historia nacional.

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