S.O.S agua, cuestión de supervivencia (+INFOGRAFÍA)

Versa un refrán que agua que nos has de beber, déjala correr, como referencia a la intromisión en asuntos ajenos. Pero tal pareciera que los manzanilleros recurrimos al mismo por partida doble. Sí, porque corren las aguas por las calles de esta ciudad, favorecidas por la geografía que combina pendientes y llanuras, como si no fuera asunto de nadie.

Es tal la indolencia de todos (y digo todos porque me incluyo, como habitantes de este planeta que posee recursos naturales imprescindibles para la existencia de las especies, recursos agotables), que dejamos de la mano o a la responsabilidad de otros una tarea de S.O.S: dar solución a los salideros en esta geografía que, además de sus consabidas posibles repercusiones en el orden de accidentes, contaminación, generan el escape al vacío del líquido vital.

Un escape también de doble vía: de las casas a las que no llega el líquido indispensable para todas las tareas hogareñas, y deben esperar ciclos de hasta cinco días, y de las fuentes acuíferas, que hacen mermar los volúmenes de esta y poner en riesgo el abasto futuro a la población local.

Para nadie es un secreto que el trasfondo de esta situación es la mala ejecución del acueducto manzanillero, que alejado de los requerimientos técnicos condujo a estos sinsabores. Como no lo es que la máxima dirección del país tiene interés y compromiso con dar solución en corto o mediano plazo, y dispone financiamiento y recursos en lo posible para garantizar la funcionalidad esperada del acueducto y el abastecimiento de calidad al pueblo.

Pero es evidente que si el río suena, agua lleva. Se precisa redoblar los esfuerzos para minimizar y eliminar estos ya casi habitantes de la ciudad, que se suprimen en unos lados y aparecen por otros; que permanecen porque no hay quien los reporte, o no están disponibles los medios, o porque es tarea de uno la subsanación y en la búsqueda de “culpables” no somos capaces de encontrar “héroes” comunes que los supriman.

Y eso, sin hablar de los que lamentablemente están puertas adentro de nuestras viviendas, erosionando las paredes, los pisos, saturando la tierra, por disímiles causas; pero están y no nos ocupamos de ponerle fin, sabiendo que gota a gota, el agua se agota.

Se precisa redoblar los esfuerzos para minimizar y eliminar estos ya casi habitantes de la ciudad // Foto Marlene Herrera
Se precisa redoblar los esfuerzos para minimizar y eliminar estos ya casi habitantes de la ciudad // Foto Marlene Herrera

Somos indolentes, sí. Porque nos perdemos en críticas al gobierno, que tiene su responsabilidad como es obvio, sin analizarnos a nosotros mismos, en cuánto pudiéramos hacer. No caemos en la cuenta que tenemos ciertos privilegios: estamos incluidos en el cuarto nivel, el más próximo a la cúspide de la pirámide de acceso al agua, lo que nos aleja de las 663 millones de personas que en el mundo tienen que caminar 10 kilómetros para beberla.

Y en mayor medida, nos pone en ventaja respecto a las cifras de 289 mil niños que mueren cada año por enfermedades producidas al ingerir agua contaminada o sucia, de los 159 millones de personas que recogen el agua potable de fuentes superficiales, como los estanques y arroyos; a los casi dos tercios de la población mundial que padece una escasez grave de agua durante al menos un mes al año.

Como promueve el tema que este 22 de marzo preside el Día Mundial del Agua, es hora de que miremos hacia el futuro para “No dejar a nadie atrás”, para que no se cumplan las predicciones de que las guerras futuras serán por este recurso incoloro, inodoro e insípido; para que no entremos nosotros en las estadísticas de los 700 millones de personas que podrían verse desplazadas por la intensa penuria de agua desde ahora hasta 2030.

Buscar soluciones nos toca a todos: reportar los salideros, insistir, colaborar a suprimirlos, AHORRAR, son tareas comunes, de prioridad, cuestión de supervivencia.

Esperemos que, no después de los años mil, como dice otra de las expresiones de la voz popular, sino lo más pronto posible, seamos capaces, trabajando en conjunto, con fuerza de torrente o manantial, para que vuelvan las aguas a su carril.

Niveles de acceso al agua // Tomado de Internet
Niveles de acceso al agua // Tomado de Internet

Un comentario en “S.O.S agua, cuestión de supervivencia (+INFOGRAFÍA)

  1. Si muy bonito todo, pero no es culpa de nosotros la población de que se hallan rival todoslos recursos q eran para el acueducto, eso es una mala gestión de todos nuestros dirigentes, pero bueno si es q ellos también se benefician de ese rojo

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