Salud bucal durante el embarazo: una prioridad para la madre y el bebé

Foto: Samantha Cabrera
Foto: Samantha Cabrera

Manzanillo, 31 de agosto. – La salud bucal durante el embarazo constituye un pilar fundamental para el bienestar tanto de la madre como del futuro bebé. Según la Dra. Yamilka Almeida, estomatóloga con 15 años de experiencia en el Hogar Materno Rosa Elena Simeón, los cambios fisiológicos durante la gestación predisponen a afecciones bucales que, de no prevenirse, pueden derivar en complicaciones.

«Los cambios hormonales propios de esta etapa no afectan directamente la salud bucal, pero generan un ambiente propicio para enfermedades. La gestante se vuelve más susceptible a gingivitis, caries y movilidad dentaria. La acidez por reflujo o vómitos crea un medio ácido que debilita los dientes, mientras que la fatiga puede llevar al descuido de la higiene», explicó la especialista.

La Dra. Almeida destacó el papel de la relaxina, hormona reproductiva que relaja músculos, articulaciones y ligamentos durante el embarazo: «Esta hormona no solo prepara el cuerpo para el parto, sino que altera la firmeza de los ligamentos periodontales, haciendo que las encías sean más vulnerables a inflamaciones e infecciones».

La experta enfatizó que el cepillado debe realizarse cuatro veces al día, con una técnica correcta que consiste en movimientos suaves desde la encía hacia el diente, para eliminar placa sin dañar los tejidos sensibles. Además, es crucial limpiar la lengua, donde se acumulan bacterias. Este rigor en la higiene contrarresta factores de riesgo como el aumento del consumo de dulces y carbohidratos, común durante el embarazo, y la acidez bucal que erosiona el esmalte y estimula la proliferación de caries.

Respecto a los tratamientos, la Dra. Almeida advirtió: «Deben programarse preferentemente en el segundo trimestre, ya que en el primero y tercero existen mayores riesgos. Solo emergencias como dolor intenso o infecciones justifican intervenciones en dichos períodos, siempre con precauciones adicionales».

Las adolescentes embarazadas representan un grupo de especial vulnerabilidad. «Son aún más susceptibles debido a su inmadurez biológica y posible falta de conciencia sobre cuidados prenatales. Requieren educación urgente y seguimiento estrecho, pues suelen subestimar el impacto de la salud bucal en el bebé», concluyó la especialista.

La prevención, mediante higiene rigurosa y controles odontológicos en el momento adecuado, es clave para evitar complicaciones. La experiencia de la Dra. Almeida refuerza que una boca sana contribuye a un embarazo saludable y reduce afecciones en la futura madre.

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