“Nunca dudé, nunca voy a dudar de las capacidades de mi país”, dijo una enfermera cubana, y así ha quedado estampado en un material audiovisual que conmueve –porque conmovedores son los logros del país caribeño en la defensa de la vida-. Así abrió, en la tarde de este lunes, la IV Convención Internacional Cuba-Salud 2022, acto que dedicó sus primeros instantes al legado de Fidel, y que contó con la presencia del Primer Secretario del Comité Central del Partido Comunista y Presidente de la República, Miguel Díaz-Canel Bermúdez.
En el capitalino Palacio de Convenciones, a modo de pórtico científico de la Convención que sesionará del 17 al 21 del presente mes, el Jefe de Estado compartió la conferencia titulada “Sistema de Gestión de Gobierno basada en Ciencia e Innovación: implicaciones para la salud”. Y aunque él dijo que se trataba de una disertación modesta, la esencia de la tesis tocaba lo grande, pues inmensa ha sido la estrategia de enfrentamiento de la Isla a la pandemia de COVID-19.
Mucho habrá que conversar y compartir en esta IV Convención, a punto de partida de lo que Cuba hizo para controlar al nuevo coronavirus, en un planeta cuyos sistemas sanitarios fueron puestos a prueba. Como se dijo durante la inauguración, ha comenzado a sesionar el mayor evento que organiza la Salud del país caribeño, para intercambiar sobre desafíos actuales y futuros, tanto en el ámbito regional como global.
La apertura de la IV Convención Internacional contó también desde la presidencia con el miembro del Buró Político y primer ministro, Manuel Marrero Cruz; el miembro del Secretariado del Comité Central del Partido Comunista, y jefe de su Departamento de Atención al Sector Social, Jorge Luis Broche Lorenzo; el ministro de Salud Pública de Cuba (Minsap), José Angel Portal Mira1nda; y una invitada muy especial: la doctora Carissa Etienne, directora de la Organización Panamericana de la Salud (OPS).
Se encontraban, además, ministros, viceministros, y directivos de Salud de la Isla; funcionarios de alto nivel, de organismos y organizaciones internacionales; expertos y ponentes en representación de 64 países de todos los continentes; profesores y estudiantes de Ciencias Médicas de todas las provincias del país anfitrión, entre otros invitados.
La doctora Ileana Morales Suárez, directora de Ciencia e Innovación Tecnológica del Minsap, y Secretaria Ejecutiva de las Convenciones Cuba-Salud, tuvo a su cargo las palabras de bienvenida oficial. Fue ella quien recordó que a finales del 2021, una vez logrado el control de la COVID-19, Cuba hizo la convocatoria para realizar el importante evento.
Según explicó la experta, como parte de la IV Convención Internacional Cuba-Salud 2022, se estarán desarrollando tres eventos en Cuba: la XV Feria Comercial Salud para Todos; la Tercera Feria de editoriales científicas; y la Primera Feria Internacional de Turismo Médico y Bienestar, la cual incluye, dijo, al II Foro de Inversión extranjera.
Esta IV Convención –enunció Ileana Morales- concibe la integración armónica de sus actividades científicas, expositivas, y comerciales. Y añadió que el evento será el marco para reflexionar, entre otros temas, sobre el impacto socio-sanitario y económico de la COVID-19 en nuestros países; sobre el cambio climático y sus implicaciones para la salud; sobre la seguridad y calidad de la atención médica; acerca de las enfermedades emergentes y reemergentes; el envejecimiento poblacional; la organización y calidad de los sistemas y servicios de salud; la cooperación internacional; la investigación e innovación; la formación de los recursos humanos en salud; entre otros temas.
Convencidos -expresó la doctora- de que cada minuto es crucial para sostener el futuro, y conscientes de los inmensos desafíos que impone la etapa post COVID-19 para el sector sanitario, “realizamos la IV Convención Internacional Cuba-Salud 2022”, seguros de que la misma contribuirá a dar luces “sobre la ruta a seguir para alcanzar un mundo mejor y más saludable para todos”.
Por su parte la doctora Carissa Etienne subió al podio para expresarse en nombre de la OPS que este año cumple su aniversario 120. Habló de “un gran honor” por poder dirigirse a los presentes; y comentó sobre la suerte que tuvo de haber podido estar en las convenciones anteriores.
Han transcurrido diez años, meditó Carissa Etienne; y no pasó por alto que este tipo de citas atrae cada vez un mayor número de especialistas en temas de salud. “Sin dudas –valoró sobre la Convención- constituye un espacio de diálogo, de aprendizaje e intercambio de saberes y buenas prácticas”.
El evento, recalcó la Directora de la OPS, ocurre en los momentos más complejos de la salud pública global: “La COVID-19 nos ha dejado tanto dolor como también tantas lecciones aprendidas”.
Carissa Etienne habrá concluido su período de responsabilidades al frente de la OPS en enero del 2023. Así lo expresó en el amplio recinto del Palacio de Convenciones; y destacó igualmente su certeza de que en el futuro las buenas relaciones entre la OPS y Cuba continuarán. “Realmente fue un privilegio cooperar con el gobierno de Cuba”, aseveró; y finalmente deseó total éxito a la IV Convención.
El camino del conocimiento es nuestro camino
El Doctor en Ciencias Técnicas, ingeniero Miguel Díaz-Canel Bermúdez, Presidente de la República de Cuba, luego de transmitir “saludos afectuosos para los más de 2 000 participantes” de la IV Convención Internacional Cuba-Salud 2022, dijo en los primeros momentos de su disertación: “No esperen una conferencia magistral”.
Habló de compartir, modestamente, ideas sobre las acciones estratégicas “con las cuales nuestro país enfrentó la pandemia de la COVID-19”. Y ese fue el comienzo de su conferencia sobre “Sistema de Gestión de Gobierno basada en Ciencia e Innovación (SGGCI): implicaciones para la salud”.
Hizo referencia, entonces, a la situación global que está marcada por una crisis multidimensional, que se ha acrecentado por los efectos de la pandemia: “El mundo polarizó, con la pandemia, las desigualdades: unos pocos ricos se hicieron más ricos, y muchos pobres se hicieron más pobres; porque hay egoísmo, hay concentraciones de las riquezas en varios monopolios, se ha incrementado la desigualdad, y todo esto tiene que ver con el injusto orden económico internacional”.
Se trata de una crisis, alertó, donde se pueden apreciar las amenazas que gravitan sobre la paz y la seguridad a nivel internacional. A uno le llama la atención, enfatizó el dignatario, que un mundo que hoy debería estar centrado y orientado en cómo salvar vidas, tras los efectos que ha causado la COVID-19, acude a las guerras, alienta las guerras para resolver los problemas.
El mandatario recordó los riesgos de un mundo asimétrico, donde pocos países han podido vacunar a sus poblaciones de manera masiva. Y seguidamente se refirió a Cuba, al legado fidelista según el cual la Isla debía ser un país de hombres de ciencia y pensamiento.
Entre otros conceptos medulares, el mandatario afirmó que la batalla económica en la cual se encuentra Cuba demanda un SGGCI. “La economía cubana ha transitado, apuntó, por un período excepcional, marcado por el recrudecimiento del bloqueo y el impacto de la pandemia, con afectación directa en los ingresos de divisas al país, lo que ha incidido en un marcado déficit de ofertas, exacerbando la inflación”.
Más adelante compartió su concepto de que “en nuestra batalla permanente para vencer al bloqueo, crecer, avanzar y desarrollarnos, hemos asumido como un pilar en nuestra estrategia económica social la gestión gubernamental basada en la ciencia y la innovación para encontrar solución a los retos y desafíos que enfrentamos y asegurar el desarrollo sostenible”.
Sobre la necesidad del SGGCI, sobre los factores que respaldan la ciencia e innovación como pilar de la Gestión del Gobierno, sobre las fuerzas a favor de esa herramienta, y también sobre barreras habló el Presidente Díaz-Canel, quien explicó resultados que se derivan de haber aplicado ese camino de rigor en la lucha contra la COVID-19.
“El Palacio de la Revolución se ha convertido en el Palacio de las Ciencias”, afirmó el Jefe de Estado, quien hizo mención de los encuentros de cada martes, donde la dirección del país, junto a expertos y científicos, ha ido analizando problemas de salud. Así lo referenció porque ese ha sido una suerte de embrión que luego se ha amplificado a otros tipos de encuentros desde los cuales ponerle ciencia a cada política que el país diseña.
Luego de una minuciosa explicación a los delegados, el mandatario subrayó que el SGGCI se implementó durante el enfrentamiento a la COVID-19; se perfeccionó; se enriqueció; y se ha extendido a otros ámbitos para enfrentar complejos problemas. “El camino del conocimiento, destacó, es nuestro camino. Hemos aprendido que la ciencia y la innovación tienen respuestas para todo”.
Como para recordarnos que la belleza forma parte de las fortalezas que mucho interesan a la sociedad cubana, el acto de inauguración tuvo cierre de lujo: un concierto del virtuoso pianista Frank Fernández, quien dedicó sus notas a sentimientos como la esperanza, la soledad y el amor; y que cerró con el inolvidable zapateo cubano que él compuso y nos ha regalado ya para siempre.
Encuentro de Díaz-Canel y Carissa Etienne
La amistad y la gratitud marcaron el diálogo que, luego de la inauguración de la IV Convención Internacional Cuba-Salud 2022, sostuvieron el presidente Díaz-Canel y la directora general de la OPS, Carissa Etienne.
En un recinto protocolar del Palacio de Convenciones el Jefe de Estado agradeció a la directiva por su presencia en Cuba, y particularmente en la Convención. Igualmente dio gracias por el apoyo recibido de la Organización Panamericana de la Salud, al tiempo de ratificar que la OPS siempre podrá contar con la cooperación del país caribeño.
Por su parte la doctora Etienne agradeció al dignatario “por haber sido un gran amigo de la OPS, sobre todo en este tiempo, y por todo lo que Cuba ha hecho”. Ella confesó que no puede evitar asombrarse ante los logros que ha tenido la Isla a pesar de los retos que ha debido enfrentar. Y seguidamente dio gracias a Díaz-Canel por su conferencia: “nos ha dado una clase magistral”, dijo.
“Puede contar con la OPS, en los buenos y en los malos tiempos, en tiempos de paz, y en tiempos de guerra”, dijo la doctora al Jefe de Estado, quien valoró las “palabras de reconocimiento, dedicadas a Cuba”.
La ayuda brindada por Cuba a los países de América Latina, y en especial del Caribe, fue también motivo de la gratitud expresada por Carissa Etienne. Al respecto, el Primer Secretario del Comité Central del Partido Comunista reflexionó que vendrán tiempos tal vez más difíciles que los actuales.
El mundo, analizó el Jefe de Estado, “ha actuado de una manera irracional después de la pandemia; siempre pensamos que después de la pandemia el mundo iba a ser más colaborativo”. Pero, como él comentó, organismos internacionales están vaticinando hambrunas, economías con recesión, mucha inflación, escasez de alimentos y medicamentos, sobre todo para los países pobres.
Lo anterior crea ambientes propicios para pandemias y enfermedades, y para que una parte importante de la población mundial quede en desventaja, como ya quedó ante la COVD-19 (que todavía, dijo Díaz-Canel, está latente).
El dignatario expresó su preocupación por los países que todavía no han podido vacunar a una parte importante de sus poblaciones. Razonó que algunos de esos países están en América Latina y el Caribe: “siempre pienso con mucho dolor, dijo, en Haití, país al que hay que ayudar mucho”. Por lo anterior, el mandatario aseveró que queda mucho trabajo por delante.
“Hay que seguir globalizando la solidaridad, la colaboración; no podemos perder la orientación hacia un mundo mejor, que siempre Fidel defendió que era posible”, expresó Díaz-Canel a Carissa Etienne, ante lo que ella afirmó que “la solidaridad es muy importante”.
Ningún país puede lograr sus propósitos por sí solo; hay que estar unidos; tenemos que luchar contra las desigualdades porque no está mejorando la situación sino que empeora cada vez más. Fueron otras ideas compartidas por la Directora de la OPS.
Hacia el final del cordial intercambio la directiva de salud pidió al mandatario “un favor muy especial”: que el Jefe de Estado transmitiera al General de Ejército Raúl Castro Ruz, líder de la Revolución Cubana, un afectuoso saludo.
