Sí por la Constitución: unidad de un pueblo invencible

Cuando este domingo 24 de febrero los manzanilleros y cubanos ejerzamos nuestro derecho al voto en el referendo constitucional, seremos protagonistas de una jornada histórica en la que nuevamente el pueblo definirá sus destinos.

Cada ciudadano consciente de que es esta nuestra hora de asegurar el presente y futuro de la Patria, y de ser fieles a los principios recogidos en esta nueva Carta Magna de la República de Cuba, bajo la máxima del culto a la dignidad plena del hombre cual valor supremo, refrendará el texto en expresión del ímpetu patriótico, heredado de quienes hace 124 años retomaron las armas y volvieron a la manigua redentora por la independencia de Cuba.

El espíritu libertario de esta tierra, de sus héroes, como el manzanillero Bartolomé Masó Márquez, adalid en esta región del grito necesario del febrero de 1895 organizado por el Apóstol cubano, se irradia en la reafirmación de preservar las conquistas y dar continuidad a la Revolución y el Socialismo.

La nueva Ley de leyes, heredera de sus antecesoras, de la más genuina necesidad del hombre de vivir acorde a su tiempo y apegada a los valores innatos de la nación, al derecho básico e imprescriptible de la libertad, defiende la voluntad de los cubanos de hacer una República con todos y para el bien de todos.

Nutrida con la savia de un pueblo, con las ideas de más de nueve millones de habitantes del país en las más de 33 mil reuniones de consulta popular efectuadas a lo largo y ancho de la geografía cubana en demostración plena de democracia , es resumen de los intereses y aspiraciones de una ciudadanía en evolución, de hombres y mujeres consecuentes con el postulado de Fidel de luchar por nuestros sueños de justicia para Cuba y el mundo.

Su texto, fruto de una construcción plural, en 229 artículos y 11 títulos, contiene la esencia humanista y de justicia social, igualdad, equidad, bienestar, prosperidad individual y colectiva, que centra en los hombres y mujeres del pueblo su soberanía y la defensa de la Patria.

Cual renovadora, avanzada, e integradora norma jurídica, la más trascendente que rige y fundamenta el desempeño del Estado, trasciende el escenario jurídico, consagra los deberes, derechos y garantías de las personas concedidos por la Revolución y refrenda el respeto a estos sin distinciones.

En sintonía con la realidad socioeconómica de la Isla, responde a la actualización del modelo económico cubano con el reconocimiento de siete formas de propiedad incluida la privada, reconoce el papel del mercado, preservando la empresa estatal socialista como el sujeto principal de la economía nacional, aunque aunados, desde el trabajo, en aras de la prosperidad y sostenibilidad de la nación.

La nueva Carta Magna define al Estado cubano como socialista de derecho, y establece entre los fines esenciales de este garantizar la dignidad y desarrollo integral de las personas, y proteger el patrimonio de la nación.

A su vez, mantiene como inalienables el derecho a la vida, la igualdad, la integridad, la paz, la seguridad, la educación y salud gratuitas, la cultura, la recreación, el deporte, con oportunidades iguales para todos sin discriminación alguna por razones de sexo, género, orientación sexual, identidad de género, edad, origen étnico, color de la piel, creencia religiosa, discapacidad, origen nacional o territorial, o cualquier otra condición o circunstancia lesiva a la dignidad humana.

El texto promueve el protagonismo de sus jóvenes, su protección y la de los niños, adultos mayores, discapacitados y la familia en sus diferentes formas de organización.

Instituye cambios en la estructura del Estado y reconoce la autonomía municipal para su gestión, y de la empresa estatal en su administración y gestión, y prevé la participación de los trabajadores en los procesos de planificación, regulación, gestión y control de la economía.

Su aprobación en referendo constifucilnal fraguará la irrevocable decisión de las viejas y nuevas generaciones de cubanos de preservar los principios  cívicos, jurídicos, sociales y continuar desde la legítima obra del pueblo, la Revolución; es la definición de un futuro al que debemos contribuir todos desde la conciencia ciudadana y el amor patrio.

Votar por el Sí, de forma directa y secreta, refrendar la nueva Constitución de la República de Cuba, legitima nuestra decisión libre, independiente y soberana del carácter irrevocable del sistema socialista cubano; de honrar a quienes nos legaron esta obra inmensa de principios y valores; de ser leales a la condición de cubanos, y de mantenernos juntos, firmes, porque como dijo nuestro Comandante en Jefe: en la unidad nacional el pueblo es invencible.