Tras el paso del huracán Melissa por el oriente cubano, la solidaridad se ha convertido en el rostro más visible de la recuperación. En Manzanillo, las comunidades de El Sitio, El Remate y Sabana Nueva fueron severamente afectadas por las inundaciones, con viviendas anegadas, pérdidas materiales y familias evacuadas en condiciones de urgencia.
Sin embargo, desde los primeros momentos, la respuesta de muchos manzanilleros fue ejemplar, vecinos que ofrecieron techo, alimento y abrigo; jóvenes que organizaron donativos; trabajadores sociales que acompañaron a los más vulnerables y brigadas que limpiaron calles y patios con esfuerzo colectivo.
Las instituciones habilitadas como centros de evacuación garantizaron atención médica, alimentación y espacios seguros para decenas de personas.
Allí, el respeto por la dignidad del evacuado fue prioridad, y cada gesto, desde una comida caliente hasta una palabra de consuelo, reafirmó el compromiso humano de quienes sirven desde el anonimato.
La solidaridad internacional también se hizo presente, organizaciones de Venezuela, España, Japón y Colombia, por citar algunos, enviaron insumos médicos, alimentos, purificadores de agua y materiales de construcción.
Por su parte la ONU activó un plan de respuesta humanitaria para asistir a más de un millón de personas afectadas en el oriente cubano; pero más allá de las cifras, lo que distingue esta etapa es el protagonismo de los nuevos actores económicos, las Mipymes locales, cooperativas y trabajadores por cuenta propia ofrecen transporte, alimentos elaborados, servicios técnicos y donativos materiales, articulándose con el gobierno municipal en una red de apoyo como motor de solidaridad.
En medio del lodo y la pérdida, se multiplicaron las manos, Cuba no espera para ayudar, actúa y Manzanillo, con su vocación de mar y resistencia, vuelve a demostrar que la unidad es más fuerte que cualquier tormenta.
El huracán Melissa dejó huellas profundas, pero también reveló lo mejor de nosotros, la capacidad de cuidarnos, de compartir lo poco que tenemos y de reconstruir desde la esperanza.