Tata es destacado en la producción de alimentos

Rafael Escalona Salgado // Foto Eliexer Peláez

Manzanillo. Mayo 17.- El campesino manzanillero Rafael Escalona Salgado, productor asociado a la Cooperativa de Créditos y Servicios (CCS) Frank País, Vanguardia Nacional,  a quien sus amigos y vecinos le dicen cariñosamente Tata, es uno de los productores más destacados en este costero territorio.

Con casi ocho décadas de vida sólo él y su hijo producen alimentos desde una finca que lograron obtenerla luego de ganarle la batalla al marabú y las malas hierbas. En un terrero que antes estaba subutilizado ambos logran sobrepasar las producciones de lo que allí se cosecha.

“Yo logré mi finca con mucho ahínco y trabajo. Aquello era un bosque de marabú, algarroba, guásimas, la hierba conocida como pan viejo, y conseguí limpiar 2 hectáreas aproximadas”, dice Tata.

“Mi hijo me decía papi, tú estás loco, y yo le contestaba, no mijo yo no estoy loco, lo que quiero es un pedazo de tierra para sembrar, comer y cooperar con el estado. Dar mis producciones al estado de una forma consecuente, permanente, hasta que me muera o hasta que tenga fuerza y voluntad de seguir trabajando la tierra”, agregó.

Varias son las producciones que allí alcanzan por la constancia y el compromiso de trabajar para ganarse sus sustentos con el sudor de la frente. Todas las cosechas aquí se sobrecumplen y son entregadas exclusivamente al estado para la venta a la población.

“Hemos sembrado maíz, calabaza, boniato, yuca, melón y mango. Todos estos productos van destinados a la cooperativa, y  a la empresa de acopio. A veces a mi finca llegan las personas que conocemos como los merolicos, que en ocasiones no son ni cuentapropistas, sino personas que se dedican a la venta de lo que uno produce en la ciudad a altos precios, que nosotros no fijamos”, dijo Rafael.

“A mí no me gusta venderle mis productos a los merolicos, porque yo siempre he dicho que este personaje gana más que yo sin sacrificarse, y no pude ser posible que yo esté trabajando tanto para mantener a negociantes y traficantes”, destacó.

A pesar de su avanzada edad, los achaques y las enfermedades el Tata siente satisfacción por hacer parir a la tierra y lograr arrancarle los frutos que necesita el pueblo para su alimentación. Siente además orgullo al ver como su hijo a seguid el legado que ha cultivado con su ejemplo.

“Me siento satisfecho, aunque ahora estoy enfermo, pero quisiera ser joven para poder seguir produciendo para este pueblo  humilde, honrado, combativo y decidido a trabajar”, expresó Escalona Salgado.

Muchos han sido los reconocimientos que su cooperativa y la dirección de la Asociación de Agricultores Pequeños (ANAP) en el territorio le han concedido por sus éxitos en las producciones del campo.

“En varias oportunidades he sido reconocido como destacado, ya no sé cuantos diplomas tengo en mi casa, por mis logros. El año pasado entregué un camión a la cooperativa tan lleno de calabazas que casi no le cabían, y yo me asombraba al observar aquello y me decía, mira lo que es capaz de hacer un par de hombres, porque mis tierras solo las producimos mi hijo y yo, con el sudor de la frente, sólo con mis manos, sin bueyes, sin equipo de riegos, sin tractor, sin otros implementos, sólo con una yunta de buey alquilada de otros campesinos vecinos, un azadón, y un machete cada uno”, dice con orgullo.

Este campesino de avanzada edad envía un mensaje a las nuevas generaciones por la importancia que tiene la producción de alimentos. “Mi mensaje a los jóvenes es que hay que luchar, hay que trabajar y ganarse el pan, como decía nuestro Apóstol José Martí, el pan de cada día hay que ganárselo con el sudor de la frente, luchando, trabajando, y construyendo horadamente”, concluyó.