
Santiago de Chile, 22 jul (Prensa Latina) El auge de la ultraderecha, la desigualdad social, el crimen organizado y la desinformación constituyen hoy amenazas para la democracia, según coincidieron en señalar participantes en una reunión de alto nivel celebrada en Chile.
En el encuentro, efectuado en el Palacio de La Moneda, participaron los presidentes de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva; de Uruguay, Yamandú Orsi; de Colombia, Gustavo Petro; y del país anfitrión, Gabriel Boric; así como el jefe del gobierno español, Pedro Sánchez.
Durante su intervención en el evento, Sánchez advirtió que hoy día las sociedades enfrentan la amenaza de una coalición de intereses entre la oligarquía y la extrema derecha, tanto en América como en Europa.
Una especie de internacional del odio y la mentira avanza peligrosamente en ambos continentes y pone en riesgo derechos y libertades, dijo.
Frente a este flagelo, Sánchez llamó a fortalecer las instituciones y el multilateralismo y a combatir la desinformación por medio de una gobernanza digital para garantizar que los algoritmos no manipulen las opiniones ni debiliten la cohesión social y la convivencia.
También abogó por reducir las desigualdades porque allí está el caldo de cultivo utilizado por la ultraderecha para propagar el virus del extremismo y la polarización. Con esta opinión coincidió el presidente Lula, quien advirtió que sólo combatiendo las desigualdades es posible rescatar la cohesión social y legitimar las democracias.
“No hay justicia en un sistema que amplía beneficios para el gran capital y recorta derechos sociales”, dijo.
Recordó que en la actualidad el salario medio global del presidente de una empresa transnacional es 56 veces mayor que el de un trabajador y 733 millones de personas en el mundo pasan hambre.
En su intervención, Lula advirtió que la democracia liberal no ha sido capaz de responder a los anhelos y necesidades contemporáneas.
“Cumplir el ritual electoral cada cuatro o cinco años ya no es suficiente. El sistema político y los partidos han caído en descrédito”, denunció.
En opinión de Lula esta situación abre el camino para una ofensiva antidemocrática.
El presidente brasileño destacó el simbolismo de efectuar en Chile esta cumbre sobre la democracia, país que sufrió uno de los atentados más sangrientos en la historia de América Latina, en alusión al golpe de Estado de 1973.
A su turno el mandatario chileno advirtió sobre la amenaza que representa hoy día la expansión del crimen organizado en la región.
Recordó que estas bandas capturan territorios, corroen la legitimidad de las instituciones y ponen en jaque la capacidad del Estado para garantizar seguridad con derechos.
El crimen internacional, la crisis climática, la pandemia, los fenómenos migratorios son desafíos que tenemos que abordar en conjunto, dijo.

Boric concluyó su intervención con un llamado al cese del fuego en Gaza y a que Naciones Unidas, y en especial su Consejo de Seguridad, se pongan las pilas y no haya bloqueo para que pueda llegar la ayuda humanitaria a tantos seres humanos necesitados.
Vivimos en un mundo donde se recurre a las bombas, al genocidio y se destruyen los fundamentos mismos del ser humano, de la democracia y de la libertad, señaló, por su parte, Gustavo Petro.
Mientras Yamandú Orsi expresó su seguridad de que en septiembre próximo en Nueva York más países se unirán a la cumbre por la democracia.
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